El Tri de Gustavo Alfaro venció bien 2-0 a Qatar, la selección anfitriona, en el primer
“Oooole, oooole… “¿Quién imaginaba a Ecuador cantando el Ole, Ole en la inauguración del Mundial? Hay días que pueden cambiar la historia. Hay jugadores que pueden cambiar la historia. Ecuador lo hizo ganándole al local en la inauguración del Mundial. Lo consiguió a pesar del contexto que rodeaba al local Qatar. Lo logró porque no sólo tuvo más jerarquía que el rival, sino que absorbió ansiedades, dejó nervios en el vestuario y con un Enner Valencia encendido, superó sin dramas el debut con un 2-0 inapelable.
Al minuto de aquel amague de ataque de Qatar, llegó el primer error de un arquero que no tiene categoría para estar una Copa del Mundo. Y más allá de que el VAR lo salvó de arrancar tan mal, Enner Valencia iba a dejar su huello. Su gol de cabeza, luego anulado, dejó en claro que el delantero estaría intratable.
La emoción no les nubló la mente. Ni siquiera los sacó del planteo del partido porque la Tri siguió buscando y buscando. Abriendo las bandas, sumándose con superioridad al ataque contra un Qatar que se retrasaba pero sin cerrarse y entonces los espacios aparecían casi sin buscarlos. Lo que mandó Preciado no se puede llamar centro, se le puede decir directamente asistencia. Y el hombre del día, el delantero que mandó a sus casas antes del final a tantos qataríes, ese capitán todoterreno logró el cabezazo que sellaría definitivamente la historia.
“Byron saldrá a la cancha con nosotros”. El mensaje motivador del Profesor Gustavo Alfaro ante un grupo golpeado por el escándalo Castillo (Chile reclamó por su nacionalidad y como está aún en definición, decidieron no traerlo) había hecho efecto. El compromiso por llevar adelante un plan táctico, mantener al equipo con las líneas muy cerca, liberar a Preciado por una banda, con el control del juego en los pies de Méndez y el gol, el quinto en una Copa del Mundo, de un delantero que hizo historia, de una Ecuador que hizo historia.
Fuente: Olé