Cipriano Martínez, el rugbier de Pucará que le dio una patada en la cabeza a un rival, recibió una sanción ejemplar de la URBA: 1.508 semanas (29 años).
El Consejo Directivo de la Unión de Rugby de Buenos Aires sancionó con todo el peso del reglamento a Cipriano Martínez, el pilar de Pucará que le pegó una patada en la cabeza a un rival de San Albano. Tras escuchar las declaraciones de los protagonistas y testigos, ver las evidencias y cotejar con el reglamento, la cuenta dio una pena de 1.508 semanas (29 años) para el chaqueño de 25, que está inhabilitado para jugar, entrenar o dirigir hasta el 2045 (tendrá 54 años), a menos que prospere una futura apelación, aunque no la puede presentar antes de que se cumpla la mitad de la suspensión. Sí puede ir a los clubes o estadios y ver los partidos.
¿Cómo se llegó a esta cuenta? Disciplina elevó al CD una sugerencia con 12 agravantes y tres atenuantes, tras lo cual el consejo sumó y restó semanas, partiendo de la base que la acción fue tipificada como grave (también puede ser suave o moderada). La pena podría haber sido más amplia aún, pero el arrepentimiento del forward así como el pedido de disculpas hacia el agredido (Juan Masi) lo benefició.
El hecho ocurrió el sábado 2 de abril en el partido que enfrentó a las Intermedias (como la Reserva en el fútbol) en uno de los clásicos del Sur, en la cancha de San Albano. Esa misma noche, el video de la agresión -las imágenes fueron tomadas por el club local desde el mangrullo donde se suelen grabar los partidos- se viralizó en las redes sociales. La condena social hacia Martínez, quien la temporada anterior había jugado en el SIC y para ésta se había mudado al club de Burzaco fue total.
Luego de que el tema tomara estado público, Pucará inhabilitó a Martínez para realizar cualquier actividad ligada al rugby. El jugador puede seguir siendo socio club.
Fuente: Olé.com.ar