José Luis “Pepe” González continúa en el nivel más alto, con 35 años el Pepe de la gente como lo bautizamos hace un tiempo atrás, hoy vive en Grecia, en una pequeña isla de aquel país, llamada Siros y en comunicación por la redes nos dejó su mensaje por el coronavirus y además nos contó su actualidad, y lo que viene en la carrera deportiva del sanrafaelino.
Actualmente el torneo está parado y representa al Foinikas Syros de la Liga A1 del Vóley griego “Tengo contrato hasta el 30 de abril pero posiblemente con esto de la pandemia estamos esperando que decisión toma la Federación primero y después de acuerdo a eso, ver como resuelvo mi tema contractual con el club y ver si puedo volver a la Argentina” comenzó contando José.
Repasando un poco su exitosa carrera, en el podio de los éxitos jamás olvidará uno “Sin dudas en el podio está el Panamericano de Toronto en 2015 con la Selección Argentina, donde logramos la medalla de Oro. Sin dudas fue el mejor resultado que tuve en mi carrera”.
Los años pasan y ganamos en sabiduría, cómo influyó en el juego de “Pepe” esto “La paciencia cambió en mi juego, después de que fui papá, gané en paciencia durante el juego y eso me ayudó a no volverme loco cuando me defienden un par de pelotas, vuelvo a jugar y evito agrandar el margen de error, que ocurre cuando te desenfocás y a la tercera querés reventar la pelota. Además la experiencia de años de haber vivido situaciones bajo presión, me da el plus hoy, de poder controlarlas mucho mejor y me asombra, mientras más viejo mejor juego”.
Ante la consulta si jugaría en nuestra provincia o departamento fue contundente “Sin dudas si hubiera un equipo en San Rafael o en Mendoza yo estaría jugando ahí. Siempre fui partidario de apoyar el deporte en mi provincia y que mejor que jugar al deporte que uno ama, que además te pagan por hacerlo y estar cerca de la familia. Ya en otro lugar no creo, hoy por hoy, existen muchos problemas en el vóley argentino, equipos que no pagan y les cuesta mucho participar en la Liga Nacional, eso hace que sea mucho más difícil mi retiro en otro equipo fuera de mi provincia”.
¿Cómo aplicarías la enseñanza del vóley, apostando a la cantidad o a la calidad?
“Creo que aplicando dos sistemas, el vóley social que en San Rafael en la rama femenina ha crecido mucho, y se trabaja muy bien, no así entre los hombres, donde hay muy pocos jugadores. Hay que juntar chicos y después en la cantidad mejores la calidad para el alto rendimiento. Sin ir más lejos el hockey que ha crecido en cantidad, seguramente si buscás podés encontrar jugadoras que puedan ir un poco más allá que la Liga de San Rafael”.
Si no hubiera sido jugador de Vóley el “Pepe” de la gente no se definió “Siempre me gustó la administración y la economía, además me gusta el fútbol pero no creo que hubiera sido jugador de ese deporte no me hubiera bancado las cosas que ocurren en ese ambiente, me cuesta a veces bancar las del vóley que son mucho menos que las del fútbol”.
Sobre el coronavirus y la función de la tierra tan maltratada agregó “La tierra no tiene nada que ver, que le estamos dando un respiro a nuestro planeta eso es seguro, creo que va a haber un antes y un después en muchos aspectos de la vida que hoy conocemos, no solo en lo económico, me animo a decir en la forma de vivir de los seres humanos, espero que aprendamos de esta situación que hay que superar primero y después readaptar nuestras vidas”.
Con respecto a la Argentina fue conciso “los argentinos tienen que demostrar que están a la altura de la circunstancias, el gobierno ha hecho lo que había que hacer, algunos no toman consciencia de lo que se está viviendo, pero la Argentina está a tiempo de que el contagio sea progresivo y no saturar el sistema de salud”.
Allá en la isla paradisíaca de Syros, nada ha cambiado, recién el lunes comenzó la cuarentena obligatoria, después de 10 días de cuarentena voluntaria, no hay casos todavía y eso lleva tranquilidad a la familia y amigos, gracias “pepe” como siempre y desde mi primera nota con él, sencillez, amabilidad, más allá del talento natural, por eso es el “Pepe” de la gente.