El piloto alemán cayó al tercer puesto, tras la sanción por recibir órdenes del equipo en el GP de Silverstone, que ganó Lewis Hamilton. Ahora están a solo un punto de diferencia.
Cuando el asfalto de Silverstone se secó y el statu quo de la Fórmula 1 quedó restablecido, Nico Rosberg recuperó el segundo lugar del GP de Inglaterra que Max Verstappen le había arrebatado en una maniobra propia de un artista: por afuera, en una curva, y con el piso mojado. En la punta, Lewis Hamilton corrió su propia carrera; faltaban 6 de las 52 vueltas, pero la historia del día estaba por comenzar. El diálogo fue más o menos así:
-¡Problemas con la caja de velocidades! -gritó Rosberg por la radio luego de perder cinco segundos en un solo giro.
-Default piloto 1-0-1, default motor 0-1, default chasis 0-1 -lo instruyó su ingeniero Tony Ross, para que reseteara algunos de los 20 comandos que tiene el volante de su Mercedes W07.
Rosberg comenzó a mover las perillas cuando le llegó la instrucción radial:
-Evita poner la séptima marcha.
-¿Qué significa, que paso de sexta a octava?
-Afirmativo, Nico, tenés que pasar directamente.
La caja se trababa en séptima velocidad, amenazando con detener el auto. El cambio veloz de marcha provocaba una leve caída del ritmo del motor, pero le servía a Rosberg para mantener el segundo lugar: apenas 1s337
1000 lo separaron de su perseguidor holandés.
Sólo que desde hace tres GP, las instrucciones técnicas radiales del equipo a los pilotos están prohibidas, salvo que el auto esté por detenerse, lo que no era el caso. «El piloto debe manejar el auto solo y sin ayuda», dice el nuevo artículo 27.1 del reglamento deportivo de la Fórmula 1. Tres semanas atrás, en Bakú (Azerbaiján), Hamilton solicitó instrucciones para componer una pérdida de potencia. «No podemos ayudarte», le respondió su ingeniero Peter Bonnington, ateniéndose a la norma.
-Voy a tocar todas las perillas a ver si lo arreglo -repuso el campeón mundial.
-No te lo recomendamos.
Hamilton encontró la solución con sus dedos enguantados a ocho vueltas del final. Terminó quinto.
«La regla es estúpida, no tiene mucho sentido. Pero es la regla», afirmó Christian Horner, director deportivo de RedBull; el recargo de 10 segundos que sufrió Rosberg por la infracción le devolvió a su piloto Verstappen el segundo lugar en la carrera. Los comisarios deportivos, liderados por el ex campeón mundial Nigel Mansell, tardaron tres horas y media en adoptar la decisión.
Al caer al tercer lugar, el alemán sólo conserva un punto de ventaja (168 a 167) sobre Hamilton, el mismo que cree que hay naturalmente tres décimas de segundo por vuelta entre él y su compañero; si el reloj canta menos, intenta indagar qué inconveniente mecánico aqueja a su coche.
El campeón mundial consiguió su cuarta victoria en el GP de su país (la misma cantidad que Mansell), su cuarto triunfo del año y el 47º de su historial, a solo cuatro de los 51 de Alain Prost. «Fue un fin de semana perfecto», lo catalogó.
Mercedes puede apelar la sanción, pero aquel perfecto comienzo de temporada protagonizado por Rosberg ya se evaporó. Con cuatro éxitos en las últimas cinco carreras y con medio campeonato por delante, el péndulo del favoritismo ya se inclinó hacia Hamilton.
Fuente: Canchallena.com