Independiente ganaba bien, Talleres sacó el empate de la galera y Figal, con un cabezazo en tiempo de descuento, le dio el triunfo agónico al Rojo en un final de locos. El equipo de Beccacece festejó en medio de un clima que otra vez estuvo caliente en Avellaneda.
Independiente se preparaba para tener una noche perfecta, pero volvió a caer en el infierno y terminó festejando un triunfo agónico en medio de un clima otra vez caliente y enrarecido en Avellaneda. El Rojo fue muy superior a la T y se fue al descanso 2-0 arriba, con goles de Cecilio Domínguez y Juan Sánchez Miño, quien aprovechó el regalito de Guido Herrera.
En el segundo tiempo, el equipo de Beccacece, con Pablo Pérez como una de las figuras de la noche, siguió atacando y Domingo Blanco estrelló la pelota en el travesaño después de definir en el área chica. Cuando parecía que el final estaba escrito, Pérez, extenuado, dejó la cancha y Talleres rompió el libreto: Tenaglia, de cabeza, y Godoy lo empataron en apenas seis minutos (35′ y 41′). Y en tiempo de descuento, cuando todo eran insultos para Beccacece y los jugadores, apareció Figal con un cabezazo salvador en tiempo de descuento. Como no podía ser de otra manera, el defensor lo gritó con todo y explotó tras escuchar la reacción de la gente.
Fuente: Olé