Tristeza, dolor, impotencia, sensaciones que brotan en las personas cuando se pierde a un ser querido, y eso ocurre este miércoles frío, en el que la primera nevada del año sorprende a los sanrafaelinos, y todas esas sensaciones se multiplican cuando esa persona, que ya no está con nosotros, era tan querida.
Si lamentablemente hoy, un manto blanco se cierne sobre la ciudad, seguramente para que su llegada al cielo no sea una más, se nos fue el inmenso José «Pepe» Abba.
Un tipo espectacular, un formador de esos que dejaron una huella imborrable en sus dirigidos, los que tuvimos la suerte de tenerlo como entrenador, fuimos unos privilegiados, más allá de sus conocimientos sobre un deporte que lo tuvo como un gran jugador, un gran Director Técnico, pero sobre todo y acá hago un paréntesis, como una persona de bien, querido por todos por su calidad humana.
Nuestras condolencias para su familia, totalmente emparentada con el deporte de nuestro departamento, a quienes acompañamos con el corazón en este difícil momento.
¡Hasta siempre Pepe!