Una vez finalizado el encuentro y consumada la eliminación, los jugadores de Villa Krause fueron a increpar a la terna arbitral.
Una imagen que es común en el fútbol argentino, de pronto se transformó rápidamente en un hecho repudiable: los futbolistas sanjuaninos perdieron los estribos y empezaron a lanzar golpes de todo tipo contra los referís (su equipo pese a ganar 1 a 0 quedó eliminado ya que, en la ida, perdió 1-3).
Luego de los informes, el Tribunal de Penas del Consejo Federal se expidió y sancionó a la institución sanjuanina que no podrá participar por un año de dicha competición, además su estadio fue clausurado por un año y siete jugadores recibieron un año de suspensión.