River y Central llegan a la definición de la Copa Argentina con varias similitudes: mientras ambos entrenadores meditan qué harán de su futuro, ganar la Copa Argentina es el último salvavidas para maquillar un pálido año.
Entre Núñez y Rosario hay menos distancia de lo que realmente parece. En cuestiones futbolísticas, River y Central encuentran más de un punto de coincidencia en la previa a la final de la Copa Argentina, la cual definirá el último cupo para la Copa Libertadores 2017. Los trayectos de sus entrenadores, la despedida de sus enganches, sus presentes en el torneo local y las dudas en el armado del equipo son algunos de los items en los cuales ambos equipos encuentran similitudes.
La Copa Argentina como salvavidas
Indefectiblemente, quien gane la Copa Argentina decorará un año pálido. Ambos perdieron su clásico en condición de local (0-1 vs Newell’s; 2-4 vs Boca) y perdieron mucho terreno cuando sólo van 13 fechas. Más allá de que tanto River como Rosario Central coincidan en que ganar la Copa es el gran objetivo del semestre, descuidaron por demás el campeonato y, aquél que pierda y no acceda a la Libertadores, tendrá un 2017 sin competencias internacionales.
Entrenadores con más dudas que certezas
La salida de Eduardo Coudet del cargo de director técnico de Rosario Central se convirtió en una situación latente desde hace algunos meses. Desde el partido ante Boca por los cuartos de final de la Copa Argentina, en el seno de la institución diambula la posibilidad de que el entrenador deje su cargo para cambiar de aire, inclusive deslizando la existencia de ofertas desde el fútbol mexicano. «Estos jugadores posicionaron al club en un lugar de privilegio, pero todos somos exitistas y necesitamos ganar», expresó el Chacho al ser consultado sobre la posibilidad de dejar el club. Y si bien el resultado de la final influirá directamente en lo que haga el DT, hay quienes afirman que la decisión está tomada. Justamente, situación que se replica en River: más de una vez Gallardo ratificó que no se siente inmune y habló del «desgaste que produce estar al frente de un equipo durante tanto tiempo».
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Bajando de la cresta de la ola
En reiteradas ocasiones, Marcelo Gallardo y Eduardo Coudet reconocieron la dificultad que representará repetir lo que lograron en los últimos años. Los casos de ambos fueron de la mano: asumieron al club con cierta espalda por su paso como futbolistas, tradujeron sus ideales futbolísticos teóricos en buenos resultados y conformaron un equipo que identificó al hincha. «Mantenerse en la elite es de las cosas más difíciles que tiene el fútbol», decía el DT de River, quien no ganó títulos locales en la institución Millonaria. Y Coudet, que dirigirá su tercera final de Copa Argentina (la dos anteriores, con derrota), pretende coronar su trabajo con un trofeo.
La despedida de los niños prodigios
Cuando la edad no importa: River y Rosario Central despedirán a dos de sus futbolistas fetiches. Andrés D’Alessandro deberá regresar al Inter de Porto Alegre, club dueño de su pase y recientemente descendido, mientras que Giovani Lo Celso viajará a Francia para sumarse al PSG, quien ya compró su ficha a mitad de año y lo cedió al equipo rosarino por seis meses. «Quiero cerrar este ciclo de la mejor manera. Sueño yéndome feliz», contó el Monito en la previa a la final. Y lo del Cabezón rumbea cerca: en el superclásico se despidió de los hinchas en el Monumental y, si bien levantó la Recopa Sudamericana, esta tiene un sabor especial: «Quiero dejar a River en la Libertadores».
Preferencia en el mano a mano
Los reconocieron una y otra vez: ambos entrenadores se sienten más cómodos jugando partidos de playoff. Y los resultados lo avalan: River ganó la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores; Central llegó a tres finales de Copa Argentina. «Nosotros mostramos una concentración y determinación diferente al resto en los mano a mano», admitió el Chacho. «En esta clase de partidos, sacamos un plus y elevamos el nivel de concentración mental», tiró el Muñeco. Después de la final, uno de los dos podrá sacar pecho.
Alineaciones a media
Ningún entrenador se animó a confirmar el equipo. Gallardo sólo habló después del superclásico y apuntó al hermetismo: cerró las prácticas, concentró a sus jugadores con dos días de anticipación y no dio pistas del 11 que pondrá. Coudet apeló a una postura más pública pero tampoco aseguró a quién pondrá en cancha. Lo cierto es que ambos tienen complicaciones para parar el equipo: D’Alessandro (molestia en el gemelo derecho), Pity (molestia en rodilla izquierda) y Ponzio (esguince de rodilla) son dudas en el Millonario, mientras que Villagra terminó el entrenamiento con una sobrecarga.
Fuente: Olé.com.ar
