Alejo Carrión, tomó los hilos del primer equipo de básquet de Huracán este año, sus peticiones para tomar la dirección técnica, sorprenderán a más de uno, pidió para arreglar, que la copa, cuando salieran campeones, se la llevaba a su casa, hoy descansa allí, y esto marca el sentido de pertenencia que logró este grupo de jugadores y cuerpo técnico. Pudimos charlar con él, conocerlo un poco más y ver que el Globo tiene técnico para rato.
¿Qué pasó con la explosión de público como hacía años no se veía?
-Creo que entendieron todos, que estábamos haciendo un gran sacrificio. Pero aparte de eso empezamos a realizar una movida por WhatsApp, Facebook y todas las redes sociales, para que a todos los que les gusta el básquet, de Huracán o no, se arrimen y bueno por suerte la gente se enganchó, incluso personas que no habían ido nunca a una cancha, estuvieron apoyando.
-¿Y eso fue beneficioso para ustedes o no?
-Y yo creo que se sintió, habían redoblantes, bengalas globos de colores, parecía una hinchada de fútbol. Sí, a nosotros nos ayudó y a los rivales seguramente algo les hizo sentir, no estamos acostumbrados, ojalá sea el inicio para que la gente vuelva a las canchas de básquet. Volví el tiempo atrás, cuando era pibe y venía a ver la primera, apenas paraban por un minuto o lo que fuera, nos metíamos rápido a tirar un par de tiros, bueno eso volví a verlo después de muchos años y emociona.
-¿Que los chicos vean a los de primera como sus ídolos no?
-Y un poco sí, ellos querrán llegar algún día, ahí está el acompañamiento de los padres, que los llevan a la cancha y lo que creo yo, el sentido de pertenencia se empieza a gestar desde ahí.
-¿Porqué tomaste la decisión de dejar de jugar?
-En junio del año pasado, ya estaba cansado psicológicamente y físicamente también. Pienso que ya había cumplido un ciclo. Había tenido un buen semestre, pero llegaba muy cansado, ya no me recuperaba bien. Entrenaba muy duro y no podía controlar el peso, entonces decidí que era el momento. Igual algún torneo local voy a jugar (risas). El trabajo además me requería mucho tiempo, después me fracturé un dedo y ahí decidí que era el momento.
-¿Y el tomar las riendas, y ponerte el buzo de DT, fue complicado?
-En realidad volví al club para hacer algo desde lo físico y bueno, estaba Rodrigo González que tiene muchas condiciones, como tenía el padre para dirigir, pero había bajado su nivel en el juego y la verdad que tener, para mí, el mejor jugador de San Rafael y no utilizarlo bien, era una pena. Así que hablé con la dirigencia y me ofrecieron dirigir, dije que sí, pero que no iba a participar, quería pelear arriba.
-¿De movida querías pelear por ascender?
-Sí, yo ya había participado un montón de veces, no quería perder tiempo, la idea era ir a pelear para ascender y me miraron medio raro, me preguntaron si teníamos equipo, y los jugadores que tenemos los conozco a todos, he jugado con ellos y se lo que pueden dar, con los chicos podemos salir campeónes les dije.
-¿Y la parte contractual?
-El club no estaba bien, son muchos gastos no tenemos ayuda extra, solo la comisión de básquet que trabajó y trabaja de manera espectacular. Para arreglar me planté y les dije que mi pedido era que cuando saliéramos campeones, me llevaba la Copa a mi casa, y bueno ahora me la tuvieron que dar (risas).
-¿Cuando hablás de dirigentes, es el club o los padres que integraron la subcomisión de básquet?
-No, hablo de los padres que integran la subcomisión de básquet que pusieron tiempo, trabajo y plata para que podamos cumplir con este objetivo.
-¿Pensaste como reza el dicho de los chicos, en homenaje a Jorge, el «Seguimos por Vos»?
Sí, yo arranque en Ateneo, quedamos colgados y decidimos ir a Deportivo, fuimos el grupo de amigos, allí ganamos muchos títulos en inferiores y el entrenador era Jorge González. Me fui a estudiar y estuve alejado muchos años hasta que volví. CAl regresar Jorge estuvo encima mío, para que volviera, él estaba en Huracán y me costaba cruzar esa barrera. Lamentablemente en Deportivo había otro tipo de gente y no me reconocieron lo que había hecho y Jorge me hizo sentir que yo era el mejor, que me quería en el equipo y bueno arrancamos con el proyecto de la A2 y ese año salimos campeones en la cancha de Atenas. Con el hablábamos mucho, tenía un montón de proyectos y lo hacía conmigo porque era el más grande, me contaba de los sub 13, que cuando llegaran a primera la iban a romper. Hoy en día esos pibes están entrando en primera y la están rompiendo, algunos hasta fueron muy importantes. Es imposible no pensar en esa frase.
-¿Cómo fue el trabajo que encaraste?
-Trabajamos un par de jugadas claves, para que ellos tuvieran las herramientas y pudieran aplicarlas en un partido determinado. Por ahí entrenas un montón pero a la hora de decidir en un minuto no te acordás. Además teníamos el scouting de todos los jugadores, equipo por equipo, Estuve mucho tiempo en Mendoza y conocía a la mayoría de los jugadores. Entonces hicimos un Excel con lo que hacía cada jugador que enfrentamos, si rompía por afuera, por adentro si tiraba de afuera, todas las características y se los fui dando en cada partido. Esto creo que nos sirvió mucho, entrabamos a la cancha conociendo a los rivales y así pudimos bajarle el goleo a muchos jugadores. Los chicos lo aceptaron y lo llevaron a la práctica de la mejor manera.
-¿Estos partidos imagino que les habrán servido para sumar una gran experiencia?
-Sí, totalmente, no es lo mismo jugar partidos comunes a jugar estas finales, son batallas que les van a servir mucho para su futuro, el roce contra Banco, los partidos contra la UNC, con muy buen equipo y la final con YPF, son cosas que los chicos no van a olvidar.
-¿Aparte de la situación sentimental, veo pasión en lo que encaraste?
-Y la verdad que uno tiene una obligación que es la familia, el trabajo y me preparé para eso. El básquet es una pasión que no te da para vivir, trataremos de ser lo más profesionales posibles dentro del amateurismo que rige este hermoso deporte. La idea es mejorar, estudiar, no se cuánto voy a ser técnico y bueno trabajaré para hacer crecer el básquet de San Rafael. El haber ganado el campeonato de la A2 en su momento, ahora el de la A3, es una señal de que se puede, pero es muy prematuro como para pensar más allá de hoy.
-¿Nombraste a la familia, imagino que fue un sostén importante, como está compuesta?
Mis dos hijos, Juan Cruz de 6 años, María Luz de 3, y mi esposa Carolina que me acompaña siempre, fue a todos los partidos de local y algunos de visitante, son como decís el sostén que tengo detrás de esta historia.
-¿Qué fue lo primero que te vino a la cabeza cuando lograron el ascenso?
-Lo que les dije el primer entrenamiento, tenemos un plantel para salir campeón, tenemos al pino (Rodríguez) con experiencia y al base con mayor proyección de San Rafael, al mejor jugador de la Liga, que es Rodrigo González, al mejor cinco de la A3, Juan Martínez, al mejor 3, Luciano González, el mejor juvenil que es Pizarro, y después todo el plantel que acompañó siempre juegue o no juegue, eso es el grupo y el recambio necesario. Después Facundo Bielli que está jugando bien, a Franco que en la final entró y definió en dos contras el partido, un chico que es un ejemplo de perseverancia, hacía mucho banco y siguió laburando, todos aportaron algo y no quiero olvidarme de ninguno, también esta Fede Moreira que respondió cuando lo necesité. Lo sentía así y se los dije el día uno.
-¿El ascenso o el campeonato, que te dio mayor satisfacción?
-Los dos fueron importantes pero me quedo con el campeonato, logramos cambiar la mentalidad, de solo participar a participar para salir campeón. Huracán es un equipo deportivo, y tenemos que preparar el equipo para ganar, así lo entendieron y hoy tenemos esa mentalidad ganadora. Hubo un quiebre, un cambio de cultura mental, pudimos convencer a los jugadores de que se podía. En la final dejé un equipo en cancha mucho más de lo normal, pero el apoyo de la gente y la parte mental de los jugadores los hacía sentir que no estaban cansados. La mente juega un papel fundamental en todo deporte.
-¿Ahora viene la A2, como se preparan?
-Tenemos pensado traer un par de refuerzos, pero no podemos gastar dinero, si no se puede seguiremos con todo el plantel actual, una posibilidad es el pollo Morales, que no es fácil, porque no podemos pagar y él vive en Alvear, sería uno de los refuerzos, los otros me los guardo por ahora.
-¿Qué les falta, o que necesitan de la institución?
-Creo que todos los deportes tienen que unirse y trabajar en un proyecto junto a los dirigentes. No se pueden traer jugadores todo el tiempo, gastar dinero para salir campeón o para salvarte del descenso y tener el gimnasio techado en las condiciones en las que está, los baños, los camarines destruidos, hay que trabajar en la infraestructura como lo están haciendo por ejemplo Deportivo, con menos socios quizás que Huracán, pero acá se va el dinero y no quedan obras que es lo que hace grande a las instituciones.
-¿Cómo ves el básquet de San Rafael?
-Cuando era chico, habían ocho clubes, habían muchos más pibes, hoy en día solo están Deportivo y Huracán. Hoy hay una posibilidad que se sume la UTN, sería fantástico. En cuanto a las inferiores hay una evolución desde el 2012 a la fecha, hay muchos equipos, se les da competencia a los chicos, y la Asociación está trabajando muy bien. En Huracán Jorge planificó hasta este año, entonces hay que planificar a cinco años más. Hoy tenemos la ventaja de tener en el club, en primera división varios profesores de Educación Física y entrenadores que antes no teníamos, había pocos educadores, eso hay que aprovecharlo y es fundamental para el crecimiento del básquet.
-¿La Fusión Deportivo-Huracán se puede dar, que es una de las exigencias de la Municipalidad para apoyar al básquet de primera en Mendoza?
-Yo creo que no, es como Boca y River pedir eso al que tiene un sentido de pertenencia. Deportivo es grande por si solo y Huracán está siendo grande por sí solo. Las fusiones han terminado eliminando clubes, siempre predomina el más grande o el que mejor está en ese momento.
-¿Entonces no habrá básquet en los primeros planos, porque el municipio no va a apoyar?
-Sí, la Municipalidad banca a un solo equipo, pero si seguimos trabajando yo estoy seguro que podemos tener un equipo participando en un torneo regional. Hay que trabajar en inferiores, el curso de ENEBA es muy bueno, además hoy tenemos una herramienta que es internet donde encontrás de todo, lo que quieras buscar, como defender tal o cual jugada, o como trabaja un técnico de selección, antes eso no existía, hoy la brecha se achicó. Miremos a Rivadavia hay muchos pibes de ahí que están jugando a nivel nacional, porqué no podemos hacerlo en San Rafael. Trabajando bien y con pasión se puede lograr, los mejores jugadores han salido de lugares insólitos.
-¿Algo para agradecer o para destacar?
Bueno, agradecer a los medios que nos acompañaron desde el primer momento, espero que esto sea el comienzo y que la gente vuelva a la cancha como lo hizo en las finales y que los papás manden a los chicos a jugar al básquet, en cualquier club, que es un deporte hermoso, con un ambiente espectacular y como cada deporte, en este caso también, es una forma de vida. Agradecer además a todos los dirigentes de la subcomisión de básquet que dejaron todo para que esto sea realidad.
-¿Resumí este semestre en tres palabras?
-Me remito a la frase que usaba Jorge, huevos y corazón, característica del básquet de su Huracán y le agregaría inteligencia, los chicos explotaron al máximo esas tres palabras y los logros están a la vista.
«Por mis venas no corre sangre, sino pelotitas de básquet», esto dice la bandera en homenaje a un gran formador de jugadores de básquet, Alejo es su discípulo y ya igualó el record de su maestro, al ganar un título mendocino con Huracán, seguramente el querido gordo mira orgulloso lo que sembró.
Por Fabián Segura/Toquedeportivo.com