El del 17 de agosto de 2005 no es un aniversario que Lionel Messi quiera recordar: en su primera vez con la Selección Mayor, ingresó como suplente ante Hungría y apenas ¡47 segundos! después de entrar, le sacaron roja.
No son horas fáciles para Lionel Messi. El lapidario 2-8 ante el Bayern Munich puso patas para arriba al Barcelona, al punto que se duda de la continuidad del rosarino. Y este lunes, 17 de agosto, se cumplen 15 años de otro recuerdo triste para el 10: su debut en la Selección Mayor, con roja a 47 segundos de haber ingresado contra Hungría.
Aquel era un Messi que, a los 18 años, ya había empezado su carrera profesional en el Barcelona y que venía de consagrarse campeón Mundial Sub 20 en Holanda. En un amistoso ante los europeos, en el estadio Ferenc Puskas (Budapest). Argentina derrotaba 2-1 al elenco anfitrión, con goles de Maximiliano Rodríguez y Gabriel Heinze. Y corrían los 18 minutos del segundo tiempo, cuando José Pekerman decidió tirar al campo de juego a la Pulga, con la número 18 en su espalda.
Era el estreno oficial de Lionel. Recibió una palmada y un beso en la mejilla de Lisandro López (Licha), quien le cedía su lugar en la cancha. Una vez adentro, tampoco faltó la aprobación de Lucas Bernardi, quien lo saludó a la pasada. Llegó la primera participación del chico de Rosario en el juego. Frenó la pelota con la derecha, encaró y descargó. Cortó Hungría, recuperó el mediocampo albiceleste y el balón fue de nuevo para Leo. La durmió de nuevo con la inhábil, Vilmos Vanczák llegó para disputarle la pelota, lo tomó de la camiseta desde atrás, Messi forcejeó y largó el brazo derecho hacia el rostro del húngaro. Dos veces, con furia.
El forcejeo contra el húngaro Vilmos Vanczák le valió a Messi la roja. (Archivo Olé).
El forcejeo contra el húngaro Vilmos Vanczák le valió a Messi la roja. (Archivo Olé).
Bernardi, Heinze, Maxi Rodríguez y Sorin salieron en defensa de Leo. El árbitro Markus Merk ya le había mostrado la roja. (Archivo Olé).
Crespo y Lucho González consuelan a Messi, por su roja ante Hungría. (AFP / Archivo).
El árbitro Markus Merk sancionó la falta. Lionel Scaloni, actual técnico de la Selección, se le fue al humo al juez. Roberto Ayala y Juan Pablo Sorin llegaron para intentar calmar las aguas. Era demasiado tarde. El referí le mostró la tarjeta amarilla al europeo y la roja directa al crack del Barcelona. Leo duró apenas 47 segundos en cancha y no escondió la desazón al momento de abandonar el terreno de juego. Y en el vestuario, lloró. «Injusticia», tituló Olé al día siguiente la nota del partido.
Pekerman era el técnico de la Selección y no podía creer lo que había pasado. En el vestuario, fue el único que pudo calmar a Messi. (Archivo Olé).
La tapa de Olé del día siguiente al debut de Messi.
“Cuando lo expulsaron fue un momento muy duro. Lo llevé abrazado junto a los doctores al vestuario para poder mimarlo, porque realmente era muy grande el desconsuelo que tenía. Lo que lloraba. La verdad que cuando terminó el partido, los compañeros lo apoyaron, aunque lo que lo terminó calmando fue cuando Pekerman le prometió que iba estar en la próxima convocatoria”, explicó Hugo Tocalli.
El por entonces ayudante de campo de Pekerman apoyó al pibe: «Son cosas del fútbol. No vamos a cambiar la opinión que tenemos sobre vos y vas a estar con nosotros en el próximo partido«. Y claro que hubo mucho más: quince años después, Messi lleva 138 partidos con la Argentina y 70 goles, cifra que lo coloca como el máximo goleador de la historia de la Selección.
Fuente: Olé
