El equipo inglés tomó una postura poco habitual cuando Nueva Zelanda hizo su tradicional ritual antes del partido.
Inglaterra puso fin al reinado de los All Blacks, campeones en las dos últimas ediciones, al imponerse en la semifinal de la Copa del Mundo de rugby (19-7) este sábado en Yokohama, cerca de Tokio. Y en la previa del encuentro se dio el habitual Haka, el ritual histórico que realizan los de Nueva Zelanda. Pero esta vez los ingleses no se quedaron en fila como suelen hacer la mayoría de los rivales sino que hicieron una especie de triángulo para observarlos bien de cerca.
¿Y qué pasó en la semi? El próximo 2 de noviembre serán los ingleses los que chocarán contra el vencedor de la otra semifinal, Gales-Sudáfrica, que se enfrentan este domingo en la misma localidad japonesa.
Nueva Zelanda cede de esta manera su corona, conquistada en 2011 y conservada cuatro años más tarde. Sumaba 18 victorias en Copa del Mundo desde que cayó derrotada en cuartos de final de la edición de 2007 contra Francia.
Los ingleses, único equipo del hemisferio norte que ha logrado ser campeón del mundo -en 2003- accedieron por cuarta vez a una final del Mundial. En 1991 y 2007 salieron derrotados. Dominadores en todas las zonas, el XV de la Rosa se marchó al descanso con una ventaja de 10-0. Posó el primer try del partido luego de solo dos minutos de juego, gracias al centro Manu Tuilagi, con la conversión del capitán Owen Farrell. El apertura George Ford anotó un penal justo antes del descanso.
El Haka de los All Blacks ante Inglaterra.
Posteriormente, Ford anotó tres penales en el segundo tiempo, en el que él y sus compañeros se esforzaron para contener a los All Blacks en su mitad del campo. Los ingleses solo cometieron un error, que permitió al tercera línea neocelandés Ardie Savea lograr el try del honor (57).
Fuente: Clarín
