En los meses en donde las temperaturas son más elevadas no debemos dejar de movernos. Consejos para seguir con el ejercicio y alejarte del sedentarismo.
Muchas personas se escudan en el verano y sus altas temperaturas para dejar de lado la actividad física, o, en algunos casos, ni siquiera comenzarla. Que haga mucho calor es condición que debemos tener en cuenta, pero no debe ser un impedimento.
No debemos dejar de lado nuestro entrenamiento, nuestra rutina o la actividad física que realicemos: caminar, correr, bailar, ir al gimnasio y demás; lo que sí debemos es ser más cuidadosos. Lo ideal es poder realizar la actividad de la mejor manera, sin poner en riesgo nuestra salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un nivel adecuado de actividad física regular en los adultos: reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas; mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Por estos motivos, y muchos otros, no podemos privarnos de la actividad durante los tres meses de mayor calor. Dicho esto, es sumamente importante tomar las precauciones necesarias. Lo primordial: evitar los horarios centrales, donde la temperatura es mayor. Conviene, siempre, bien temprano por la mañana entre las 7 y las 10 o por la noche, pasadas las 19 horas.
Con la actividad uno libera endorfinas y se siente más feliz.
Las altas temperaturas pueden llevar a una deshidratación, dolor de cabeza y agotamiento, entre otros problemas graves. La línea que divide el «tener sed» de la deshidratación es muy delgada, por eso no hay que estar al límite. Antes, durante y después de la actividad hay que tomar agua.
“Siempre hay que moverse, ya sea con algo programado, yendo a alguna clase o bien salir a caminar, nadar o andar en bici. Hay que aprovechar que este tiempo que es lindo y nos da más ganas de salir y de estar al aire libre. Con la actividad uno libera endorfinas y se siente más feliz«, explica a Con Bienestar Daniela Natale (MN 7424), nutricionista especializada en obesidad.
Esto aplica también para cuando te vas de vacaciones, durante ellas también es bueno realizar este tipo de actividades: una buena opción es salir a caminar o correr para conocer el lugar. «Siempre un cuerpo en movimiento es mucho más saludable. Como profesional de la salud aconsejo tomar esto como algo diario y poder superar los 7000 u 8000 pasos, eso nos indica que no fue un día sedentario«, describe.
Por otro lado, es de suma importancia entender para qué está apto nuestro cuerpo. «La frecuencia depende de cada persona y su ritmo habitual de movimiento. Recomiendo siempre arrancar actividades de forma paulatina ya que el cuerpo necesita acostumbrarse al ritmo que le proponemos. Si ya venías haciendo actividad, considero que se puede seguir con normalidad esa rutina, siempre conservando una buena hidratación y ropa liviana», explica a Con Bienestar la instructora de zumba Jenni Trabilsi.
Y continúa: «El verano no es el enemigo del ejercicio físico, solamente hay que escuchar nuestro cuerpo, si estamos agotados darnos un descanso, hidratarnos correctamente y a seguir entrenando. En mi caso, que doy clases de Zumba, las actividades continúan todo el verano con normalidad y debo confesar que nos bailamos todo«.
Ya saben, durante el verano no hay que dejar de lado nuestra rutina sino ser más cuidadosos para poder realizar actividad física de la mejor manera, sin poner en riesgo nuestra salud.
Fuente: TN
