Boca se sacó la mufa en La Fortaleza y festejó frente a Lanús gracias al tanto del insaciable goleador del equipo, Darío Benedetto, que tuvo una y no perdonó. Partido chivo el que se sacó de encima el campeón, que sigue líder junto a Vélez y River.
Ganar y jugar bien. Eso pretenden la mayoría de los equipos. Sin embargo, cuando la pelotita no gira como corresponde el juego queda de lado y ganar es lo único que importa. Eso hizo Boca en La Fortaleza, donde se sacó la mufa venciendo al dueño de casa por 1-0 con gol del insaciable goleador que tiene en el equipo, Darió Benedetto, quien ya lleva tres gritos en el campeonato y ¡28 en 33 partidos! Sí, sí, así como lo lee, una verdadera animalada lo de este 9 que pareciera no tener techo.
Pero hay que decirlo: este domingo en Lanús no se vio al mejor Boca. Es cierto que el estado del campo de juego, muy castigado por la lluvia, no ayudó al equipo de Guillermo, que encontró muchas dificultades para manejar la pelota con criterio, tal como lo había hecho en el debut frente a Olimpo. Lanús, claro, tampoco disfrutó de tener que tirar el pelotazo, amén de que hasta el momento en el que se produjeron los ingresos de Román Martínez y Lautaro Acosta había propuesto un juego defensivo con la intención de lastimar de contragolpe.
En ese contexto, las situaciones de gol casi que se ausentaron en el primer tiempo. Hubo apenas un par de remates de Cardona y alguna llegada con poco peso de Lanús, que jugó con un equipo alternativo debido a que Almirón decidió preservar a la mayoría de los titulares para el partido del miércoles contra San Lorenzo por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. En el medio, Pablo Pérez no hizo pie (salió al inicio del segundo tiempo) y a Gago le costó, igual que a los Matías del Grana, Sánchez y Rojas, quienes padecieron el estado acuoso del terreno.
Vaya uno a saber si fue cuestión de adaptación o qué, pero en el complemento las situaciones aparecieron. Ambos tuvieron las suyas, Boca mediante la excelsa pegada de Cardona (hermoso tiro libre al travesaño) y Lanús a través de uno de sus mejores futbolistas, Román Martínez, quien tuvo un mano a mano y la tiró afuera. Ahí yace la diferencia que hubo entre Lanús y Boca: Martínez perdonó y Benedetto no.
Al Pipa le quedó una y la mandó a guardar, bombazo y adentro. Seguramente Herrera no duerma bien esta noche, porque amén de la practicidad del 9 de Boca fue un error suyo el que le permitió al goleador convertirse otra vez en héroe. En el héroe que cortó la racha en la cancha de Lanús y que mantuvo en la punta a Boca.
Fuente: Olé