Con el objetivo claro de marcar los colores bien profundo, desde los primeros pasos hasta el plantel de Primera, la dirigencia del hockey de Maristas, organizó una movida colorida y simbólica, un verdadero «banderazo verdiblanco», en la previa del debut del equipo de Primera por el torneo mendocino, en condición de local.
La intención es trabajar para que desde las más chiquitas, comiencen a sentir a su club con mayor sentido de pertenencia, valor que en cualquier deporte, ha perdido terreno. Con este motivo la colorida iniciativa se desarrolló este jueves por la tarde y sumo banderas verdiblancas que cada protagonista llevó para fomentar la unión y la valoración del club.
El club fue adornado por las más pequeñas y recibieron al plantel de primera con más de 50 metros de banderas, con el verde y el blanco, desparramado por todo el perímetro del terreno de juego.
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