Cuando el alargue era un hecho, los belgas metieron una contra letal y lo ganaron con un gol de Chadli a los 93. El viernes, los Diablos Rojos enfrentarán a Brasil en unos cuartos de película.
Rostov es un carnaval. Camisetas rojas corriendo y festejando; banderas en las tribunas que se mueven sin parar. Increíble victoria 3-2, consumada a los 93′ (adicionaron cuatro), con un contraataque de libro y agónico finalizado por Chadli, quien así evitó el alargue y mandó a su equipo a los cuartos. Brasil festejaba el triunfo japonés y luego la posible prórroga. pero fue de los Diablos Rojos en 94′. El viernes en Kazan se viene un choque de película.
Japón sorprendió al tomar las riendas a partir de la presión en mitad de cancha: los de azul se fagocitaban al de rojo que tenía la pelota y el ataque salía rápido por izquierda para que Inui resolviera. Pero como llegaba solo, los avances no le llevaban peligro a Cortois.
La marea azul duró hasta que De Bruyne se enojó y sacó pecho para ganar el medio. A partir de sus quites y presencia, las líneas belgas se desplazaron hacia el frente y arrinconaron a los japoneses, que habían perdido la pelota. Ahora era una marea roja que avanzaba por la izquierda con Hazard (le faltó final) y Carrasco (demasiado barullo). Lo más peligroso llegaba con los bochazos a los dos LeBron James que tienen los europeos, Lukaku (un delantero/pivote) y Kompany (tras la pelota parada), gigantes que la laboriosa defensa nipona frenaba como podía, especialmente por el lado de Yoshida.
A los 48′, lo inesperado: tras una pelota perdida por el ataque belga, Shibasahi mandó desde atrás de mitad de cancha el pelotazo hacia la derecha que Vertonghen no pudo rechazar y aprovechó Haraguchi para superar a Courtois: 1-0.
Bélgica reaccionó rápido pero el derechazo de Hazard dio en el palo. Y pese al aluvión esperable de los Diablo Rojos, el diablillo fue Inui, el de los desbordes del PT, para sacudir un derechazo inatajable que el 1 del Chelsea ni pudo tocar: 2-0 para que también festejara Brasil.
Bélgica no había podido por abajo, y por eso lo buscó por arriba, despojándose de su imagen de equipo tiki tiki. Primero descontó Vertonghen (1-1 suyo), con un cabezazo de emboquillada y casi desde fuera del área que sorprendió a Kawashima y luego empató el ingresante Fellaini (el de los rulos), con un testazo franco.
Japón lo fue a buscar, y en la última quedó desprotegido ante la contra que sacó Courtois, la siguió De Bruyne y definió Chadli luego de que Lukaku la dejara pasar.
Fuente: Olé
