La Copa que desencadenó el derrumbe de la FIFA arranca hoy sin gran expectativa de los locales.
Hay que decirlo. Acaso el escenario no sea el adecuado para un torneo que, más allá de llamarse Copa América, está reservado a las selecciones sudamericanas. La historia es difícil de cambiar: a horas del inicio, esta versión Centenario que incluye a los representantes de Concacaf no les mueve un pelo a los norteamericanos. Al menos a la mayoría, que está pendiente de las finales del básquet y del hockey sobre hielo, dos deportes mucho más convocantes y tradicionales por acá.
Pero como “el fútbol es un negocio”, diría Bilardo en su letanía diaria, y esta parte del mundo es justamente la que tiene los millones, acá estamos. Hoy arrancan Estados Unidos y Colombia, y es imposible no volver a 1994, recordar aquella selección de fútbol dorado que llegó a ser campeona del mundo y que se fue en primera ronda. Tiempo después, también se fue temprano la vida de Andrés Escobar, aquel defensor que metió el gol en contra frente a EE.UU. y fue asesinado.
Para la Selección argentina también fue un Mundial especial: llegó a los tumbos, armó una mini revolución de dos partidos y después les cortó las piernas a todos los hinchas. Esto no es un Mundial, pero Argentina viene de otras dos desilusiones fuertes: subcampeona en Brasil 2014 y en Chile 2015. Algo que para la mayoría podría ser histórico y sin embargo es una deuda que esta generación debe saldar antes de comenzar a disolverse irremediablemente.
Es una Copa con ausencias de peso (Neymar reservado para los Juegos Olímpicos) y con algunas incógnitas: Suárez y Messi llegan en recuperación de distintas lesiones, como para completar la maldición que pesa sobre la delantera del Barcelona. En Chile no estará Matías Fernández, y Arturo Vidal asustó a todos contra México.
Hay que ver qué es este nuevo Chile, ya sin Sampaoli y con Pizzi, y cómo les va a los otros técnicos argentinos que tienen copada Sudamérica: Pekerman en Colombia, Ramón en Paraguay, el Tigre Gareca en Perú, Quinteros con su sorprendente Ecuador que tan bien arrancó las Eliminatorias. Ni hablamos de Brasil: por algo será…
Esta Copa América Centenario fue una de las desencadenantes de los escándalos en FIFA, Conmebol y Concacaf. Estuvo en duda. Pero llegó el día. Acá está. Siga el fútbol.
Fuente: Olé.com.ar