Daniel fue una piedra difícil en el camino, pero Juan Martín la pudo pasar y sigue con vida en Río: fue 6-7 (4), 6-1 y 6-2 para meterse en los cuartos de final, donde enfrentará al español Bautista Agut (17°). Delpo sueña con otra medalla.
Juan Martín Del Potro viene teniendo un Juego Olímpico particular. Con decir que el sorteo le deparó enfrentar a Djokovic en la primera ronda alcanza. Pero hay más, porque el argentino pasó al número uno del mundo, volvió en pocas horas para seguir festejando en segunda ronda, jugó el dobles y miércoles, día estipulado para los octavos de final, la lluvia le dio más horas de descanso. Todo raro. Como este Taro Daniel, el estadounidense nacionalizado japonés, que fue una piedra difícil de pasar, pero ya quedó en el camino. Camino que sigue la Torre en busca de otra medalla.
A Juan no se lo vio del todo cómodo en la cancha. En el primer set amagó con darle al piso con su raqueta, y también le pegó fuerte a pelotas que ya no estaban en juego. Algo le pasaba… Tampoco pegó fuerte, como ante Djokovic. Ni hizo pesar su saque: recién en el tie break tuvo servicios por arriba de los 200km/h, su arma letal. Por eso perdió el set inicial. Pero en el segundo salió con todo, se puso 5-0 en un abrir y cerrar de ojos, y se lo llevó por 6-1. Todo para definirse en el tercero, en donde Juan Martín empezó a jugar con la gente, se alimentó de cada grito de los cientos de argentinos que fueron al court 2, y se sacó de encima a Daniel por 6-2.
Habrá sido la hora, el día u otra cuestión, lo que complicó el arranque. Pero Delpo se levantó como la Torre que es y sigue con vida en Río.
Fuente: Olé.com.ar
