Una excelente nota, de una de las plumas mágicas de nuestro país, como Lucio Ortíz, especial para ElSol de Mendoza, aquí transcribimos la misma, ya que no tiene desperdicio.
Por Lucio Ortiz (Especial para El Sol)@LucioOrtiz
En noviembre de 1978 el seleccionado argentino sub 20, con Diego y Cía, perdió frente al combinado de San Rafael. Al año siguiente fue campeón del mundo.
La delegación del seleccionado juvenil argentino (sub 20) destilaba frescura por esos días primaverales de noviembre de 1978. El estadio de Sportivo Pedal aguardaba la disputa de un partido amistoso entre el seleccionado mayor de San Rafael y los juveniles que dirigía César Luis Menotti.
Precisamente el hombre que había conducido a la Selección Argentina a su primer título Mundial de fútbol, había engordado su fama, pero continuaba buscando objetivos y no se le movía un pelo, por bajarse a dirigir también a los juveniles. Muy pocos técnicos lo hacían y delegaban funciones a sus colaboradores cercanos, para hacerse cargo de los equipos de menores.
En su llegada a Mendoza el miércoles 15, el Flaco Menotti, prefirió quedarse en la capital porque esa noche en el estadio Provincial jugaban Gimnasia y Huracán de Parque Patricios, por la 4° fecha del campeonato Nacional. Ganó visitante 4 a 2, con Babington y Houseman inspirados. También San Lorenzo superó al Atlético San Martín 2 a 1, por ese torneo.
De visita en La Colina
En cambio, el plantel se fue a San Rafael para alojarse en el hotel Los Alamos y almorzar en el Jockey Club. Pero esa mañana tuvieron tiempo de recorrer algunos lugares céntricos y fueron invitados a la fábrica de conservas La Colina. Diego Maradona, Ramón Díaz, Juan Simón y Hugo Alves se sorprendieron al ver a las máquinas llenando latas de conservas y frutos secos, escuchando con atención a las operadoras, explicando el proceso.
En tanto Menotti explicaba sus vivencias y conceptos mientras fumaba y tomaba un café en el hotel en donde se alojó, en la capital mendocina: “La Selección juvenil me devolvió las ganas de trabajar, me siento renovado y revitalizado, con deseos de meterme a fondo en esta patriada. Estos pies son la piedra fundamental del fútbol argentino en el proceso posterior al Mundial”.
Y apuntó: “La primera meta es ganar el Sudamericano de Uruguay en enero del año que viene y después el Mundial Juvenil en Japón. Pero no puedo evitar el traslado mental hasta España ’82, como no tengo la bola de cristal no puedo decir cuántos de estos pies llegarán a ese torneo. Pero tengo confianza que podré sacar de este plantel por lo menos a un par”.
El Seleccionado Juvenil dos semanas antes, en Tucumán, superó con el estadio lleno, 2 a 1, al Cosmos de Nueva York, que tenía al alemán Franz Beckenbauer (campeón con Alemania 1974) y al brasileño Carlos Alberto, integrante de los campeones de 1970.
Menotti había dispuesto que los juveniles se entrenaran de lunes a viernes con partidos ante equipos de primera o seleccionados del Interior, entre semana. Los domingos podían jugar en sus clubes. El torneo Nacional se disputaba, por lo general, con partidos los miércoles y domingos.
En San Rafael los chicos del plantel salieron a caminar con sus buzos celestes, se pararon en algunas plazas. En tiempos sin egos grandes y con amabilidad en ascenso los jugadores accedían a producciones fotográficas. Incluido Maradona, que se destacaba en la primera de Argentinos Juniors, desde su debut en 1976, ya había jugado en el seleccionado mayor y se vislumbraba un éxito asegurado en el fútbol. La amargura más grande fue cuando Menotti lo excluyó de la lista de los 22, que ganaron el Mundial ’78.
Las Auroritas para las fotos
Unos niños con sus bicicletas se pararon a mirar a esos deportistas con sus buzos y fue cuando Héctor Carballo (de revista El Gráfico) y Coqui Barroso (diario Mendoza) armaron la producción. Les pidieron las bicis Aurorita con manubrio “Banana” y les solicitaron a Diego y su compañero Jorge Piaggio, “que dieran una vueltita”. Así quedaron inmortalizadas las fotos.
Francisco Coqui Barroso había trabajado durante el Mundial del ’78 en los partidos en Mendoza y también viajó a ver algunos encuentros del seleccionado de Menotti. Siempre se mostraba orgulloso por “haber cubierto la final del Mundial entre Argentina y Holanda”. Años después, cuando Maradona, llegó a ser el mejor del mundo, no se cansaba de contar la historia ocurrida en San Rafael y decía: “Yo hice subir a Diego arriba de una Aurorita, en eso nadie me iguala, ja ja ja”.
En la madrugada del jueves 16 de noviembre de 1978 Menotti llegó al hotel en San Rafael en donde descansaba el equipo. Recorrió los pasillos de las habitaciones y constató que todos dormían, además no había olor a humo de cigarrillos. “No me preocupa que fumen un cigarrillo después de la comida, pero no quiero que lo tengan como hábito o vicio”.
La noche inolvidable
A la noche en el estadio de Sportivo Pedal, el DT brasileño José Machado armó al seleccionado de la Liga Sanrafaelina de Fútbol con: Anibal Tazare; Rodolfo Oliva, Pedro Sartirana, Orlando Lobos, Luis Calzada; Rodolfo González, Luis Celdrán, Oscar Longo, Oscar Alfaro; Ramón Ortiz y Juan Carlos Ureta. En el ST ingresaron Juan Ramón Samaniego por Alfaro y y Roque Paolantonio por Longo.
Menotti puso a: Sergio García; Juan Alberto Barbas, Juan Simón, Rubén Rossi, Hugo Alves; Juan José Meza, Rubén Sperandío, Diego Maradona; Osvaldo Escudero, Ramón Díaz y Rolando Barrera. En la segunda parte ingresó Jorge Piaggio por Simón.
Oscar Pelusa Longo fue uno de los mejores jugadores en la noche sanrafaelina con un estadio atestado por 8.500 espectadores. A los 25’ una buena jugada de Celdrán culminó en el gol de Longo y al final, a los 44’ un tiro de esquina se desvió en la cabeza de Alves y terminó en el 2 a 0.
En el segundo tiempo mejoró el combinado juvenil con remates en los postes de Díaz y Maradona y el descuento se produjo a los 14’ con un envío de Alves, tras el pase de Diego en un tiro libre. Y fue victoria de San Rafael por 2 a 1.
Piaggio decía: “Esta derrota nos va a venir bien, nos va a permitir arreglar errores. Llegó en este momento y todavía hay tiempo para trabajar antes del Sudamericano”. Y Diego explicó: “Los partidos son de 90 minutos y así como en la parte final íbamos a trabar con toda la fuerza, tendríamos que haber hecho desde el primer minuto. Menotti lo había dicho en la charla previa y tenía razón”. “Nosotros entramos demasiado confiados, que se yo creo que después de ganarle al Cosmos nos sentíamos imbatibles. Esto nos va a ser mucho”.
Se cumplieron los objetivos
Los juveniles mejoraron y fueron subcampeones en el Sudamericano, atrás de Uruguay. Se clasificaron para el Mundial en Japón y allí se consagraron campeones mundiales. La estrategia de mantener casi el mismo plantel durante dos años, con muchos amistosos previos, le dio excelentes resultados a Menotti. Argentina luego fue sumando títulos y llegó a seis, para ser el más ganador en esa categoría Sub 20.
De esos pibes del plantel que perdió frente a San Rafael, luego al pasar los años, varios llegaron a actuar para equipos mendocinos como Jorge Piaggio y Alfredo Torres (Deportivo Maipú), Hugo Alves (San Martín), Pichi Escudero (Luján) y Marcelo Bachino (Huracán LH).
El triunfo del seleccionado sanrafaelino sucedió hace 42 años, por eso los cincuentones son los que pueden recordar que vieron a un pibe con mucho futuro llamado Diego Armando, moverse sobre la cancha de Sportivo Pedal.
Y al recordado Coqui Barroso, le quedó para siempre la anécdota «cuando hice subir a Diego a una Aurorita”.