Estudiantes ganó el clásico y le dio otro golpe al Gimnasia de Maradona

Fue 1-0 con una gran definición de Mateo Retegui. El Lobo fue de mayor a menor y falló una chance clarísima justo antes del grito visitante.

Es tal el gualicho que Gimnasia tiene con Estudiantes que ni Maradona pudo sacárselo. Nueve años, probablemente diez sin ganar el clásico, con seis empates y siete derrotas. La última, y primera con Diego en el banco, fue este sábado en el Bosque, ante un estadio ferviente de victorias que no pudo festejar pese a la presencia de D10S y María Santísima.

Estudiantes se lo ganó con la receta que mejor le sale. La especialidad de la casa. ¿Que no tuvo la pelota? ¿Que lo mejor del partido se vio a partir del (buen) fútbol de Gimnasia? OK, está en lo cierto, pero los tres puntos fueron a parar a la otra mitad de La Plata.

En el mejor momento del Lobo, cuando todavía Diego se preguntaba cómo mierda había hecho Contín para desperdiciar esa situación inmejorable, apareció Mateo Retegui y la clavó al segundo palo para que festejaran los del otro lado. Sí, cosa de Brujas…

La efectividad que tuvo Estudiantes en el arco contrario es lo que le faltó a Gimnasia para imponerse en el clásico. Las chances estuvieron, pero dio la sensación de que se gastó todos los goles el martes pasado. Del 4-0 a Newell’s a este 0-1 hubo una distancia enorme en lo que se refiere a la capacidad para concretar, y entonces las situaciones se apilaron pero no movieron el marcador.

Ya en desventaja, los de Maradona casi no inquietaron. Tal vez por el cachetazo, tal vez por la malaria, tal vez por la bronca de no haberle podido dar todavía una alegría de local a su gente, Gimnasia se fue desdibujando. Hasta que Pitana le bajó el telón al partido y sentenció el triunfo Pincharrata en el clásico. Otro más, esta vez para hilvanar la tercera victoria en Superliga.

¿Gimnasia? Tiene actitud y ratos de buen juego pero carece de áreas. Erra en la rival y sufre en la propia. Y así será difícil la salvación. Por más que tenga a Dios en el banco…