Asé como hace unos años los hermanos Marcos y Cristian, pidieron un préstamo para techar la «Catedral» académica, logrando un hermoso estadio techado, hoy la familia sigue haciendo de las suyas de la mano de Cristian, ahora el préstamo será para construir tres vestuarios, local, visitante y árbitros, los baños para el público y el baño para personas con discapacidad, como dice Cordera, el tiempo no para, estos muchachos tampoco.
-¿Qué se viene Cristian, para este 2018?
– Un anhelo, vamos a construir los vestuarios en el estadio, para el local, visitante, y para el árbitro con duchas y varios mingitorios, además haremos un baño para discapacitados, todo esto aparte de los que serán los baños para el público.
-¿Un proyecto costoso y largo imagino?
-Espero que este año esté terminado, por lo menos en una primera instancia, y sí es un gasto importante, la obra sale un millón de pesos.
-¿Y no terminaría ahí?
–No, esa es la primera parte, luego de un desahogo económico, se va a dejar preparado para más adelante construir, en la parte de arriba, un albergue, con varias camas para los equipos que vengan de afuera y para otros usos, queremos ser los pioneros y que otros clubes se sumen a esta iniciativa».
-¿Y el dinero de dónde sale?
-Hay una familia que ama el básquet -refiriéndose a la suya-, y le pone el pecho a situaciones como esta, la verdad que estoy más preocupado por esto que por el torneo en sí. Yo soy así, quiero cambiar las cosas, las veo distintas, cuando me fui a estudiar a Mendoza, empecé a ver las cosas de otra manera, no quiero depender de un polideportivo que no sé de quién es, quién lo maneja, quién lo administra, me cansé, solo quiero depender de mí, como en Mendoza, que todos los clubes grandes tienen sus estadios acondicionados para eso, yo quiero tener mi estadio acondicionado para esto».
-¿Una locura más, vas por otro préstamo?
-Sí, es la manera de hacer las cosas, quiero que mi club sea un ejemplo y para eso trabajo, por eso te decía que estoy más preocupado por la obra que por el torneo en sí.
La familia Pescara, con su padre a la cabeza, sin dudas son parte fundamental del básquet sanrafaelino y siguen apostando por él y por su club Deportivo Argentino. Un loco dirán muchos, cómo crecerían los clubes con un par de locos como Cristian, felicitaciones para él y su familia, los que solo aspiran al crecimiento de su querida Academia.