El famoso delantero de Atlas hizo su descargo después de cumplir el sueño de enfrentar al otro club de sus amores: River
Wilson Severino estaba alejado de las canchas desde hacía más de un año. Sin embargo, con el inesperado cruce entre Atlas, el club en el que es ídolo, yRiver, el equipo de sus amores, decidió volver a jugar aunque fuera poco tiempo. Y así fue. Ayer, el delantero ingresó a los 41 minutos del segundo tiempo del partido de 32vos de final de la Copa Argentina (victoria millonaria por 3-0) y protagonizó un momento muy emocionante, con abrazos y reconocimientos de ambos equipos.
Sin embargo, el momento en el que se terminó de quebrar fue cuando enfrentó a los medios de comunicación, en el pasillo que une la cancha con los vestuarios. Allí, Severino, de 37 años, hizo una sorpresiva confesión: no tiene una buena relación con su hijo por culpa del… fútbol.
«Es un sueño cumplido. Ahora les digo gracias a ustedes por el aguante. Gracias al barrio, al potrero. Gracias a todos lo pibes del ascenso. Gracias a todos esos pibes que laburan y se rompen el orto para llegar a una cancha. No somos de contratos millonarios y de viajes a Europa. Somos unos pibes que le ponemos el hombro para poder entrar a una cancha y terminar de ser lo que somos: jugadores de fútbol. Es nuestra esencia. Por ahí mucha gente no lo entiende. La familia te critica y te dice: ‘Loco, no ganás nada. Loco, terminás de laburar y te vas a jugar al fútbol y no ganas nada. Sólo venís golpeado y cansado’. Le pido perdón a mi hijo, porque me perdí 13 años de su vida para dárselos al fútbol. Y no me lo reprocho, pero yo le pido disculpas. Ojalá algún día me entienda. Por ahí, no nos estamos llevando bien porque no pasé mucho tiempo con él. Pero él tiene que entender que soy jugador de fútbol…», contó el delantero, quien se retiró de la entrevista llorando.
Fuente: Lanacion
