La postal, inimaginable en otro contexto, muestra a dos hombres unidos en un llanto en la zona de la Casa Rosada.
El sentimiento común y la pasión que Diego Armando Maradona generó en el país superó cualquier rivalidad o desacuerdo.
Tal es así, que una de las imágenes más conmovedoras que recorrió el mundo durante la jornada del último adiós al ídolo máximo del fútbol muestra a dos hombres abrazados, con una visible particularidad. Uno lleva una camiseta de Boca, y el otro, la de River.
La postal, inimaginable en un contexto habitual, muestra a los hinchas abrazados en un llanto en la zona de la Casa Rosada, en donde despiden los restos de Maradona.
El momento fue capturado por la Agencia EFE y luego también por distintos fotógrafos de medios locales este jueves. Los dos simpatizantes dejaron de lado las diferencias futbolísticas que existen entre los clásicos rivales y se contuvieron mutuamente en la triste jornada.
Desde la noche del miércoles, apenas pocas horas después de conocida la noticia de la muerte de Maradona, miles de hinchas se acercaron al Obelisco a recordar al Diez y despedirlo.
Entre camisetas y banderas tanto de Boca, como Independiente, River, Racing, San Lorenzo, Newells y, por supuesto, de la selección nacional, los homenajes, cantos, gritos y muestras de afecto se repiten este jueves en las inmediaciones de la Casa de Gobierno, mientras la multitud espera para ingresar.
Otras despedidas tuvieron lugar el miércoles en las puertas de la Bombonera, en la cancha de Argentinos Juniors y también en el estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
La despedida del Diez
El cuerpo salió 0.46 de la casa velatoria Tres Arroyos, en el barrio porteño de La Paternal y llegó a la 1:08 de esta madrugada a la Casa Rosada, donde fue recibido por su exesposa Claudia Villafañe, y sus hijas Dalma, Gianinna y Jana.
Las “nenas”, como le decía él, y su exesposa se pusieron al hombro todos los preparativos para despedir a Diego Maradona, llegaron al lugar a la medianoche para ultimar los detalles de este último adiós al ídolo.
A Dalma se la pudo ver con una camiseta de Boca en la mano, a modo de homenaje hacia su padre. La misma fue colocada encima del féretro, y es la que utilizó el Diez el día de su despedida en La Bombonera, en 2001. Ese día, juntó a grandes amigos y estrellas del fútbol y soltó una de las frases más contundentes de la historia: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”. Además, la familia colocó una bandera argentina y una camiseta de la Selección sobre el ataúd.
Fuente: TN
