Los protagonistas de calle Las Vírgenes tranquilamente podrían dedicarse al ilusionismo, aparentan ser jugadores y a la distancia uno se la crée.
Al acercarse las cosas cambian, y lo que parecen jugadores son fisicos poco cuidados, menos trabajados, son personas comunes que se encargan durante las semana de perecer lo menos posible un deportista.
Lo que importa es la pasión señores y eso es lo que sobra.