Jaguares tenía la oportunidad de ganar ante el peor del campeonato pero ya en el PT se quedó con dos menos por las expulsiones de Lavanini y Herrera. El equipo aguantó hasta los 70′ (22-10), pero tras una amarilla a Lezana, 12 vs. 15 no pudo bancarla más y perdió 29-22.
Se venía la noche para Jaguares, y para Los Pumas. Porque ahora en junio, los jugadores cambian de camisetas y se ponen la celeste y blanca para jugar un test en Santa Fe ante Italia (11) y dos contra Francia (18 y 24) en Tucumán. Y el ánimo para encarar esta primera etapa del año con la Selección no iba a ser el mejor. Terminaba el primer tiempo y la franquicia argentina ganaba 6-3, sí, pero se iba a los vestuarios con dos menos por las expulsiones del segunda línea Tomás Lavanini (en esa jugada, Emiliano Boffelli apoyaba un try -al cabo no convalidado por la agresión de Lengua- y luego se iría lesionado) y el pilar Ramiro Herrera, casualmente ambos surgidos en Hindú. Los dos se fueron por jugadas similares: cargar con el hombro sobre la cabeza de rivales en formaciones. Video de por medio, el árbitro neocelandés Nick Briant no dudo en sacar las dos rojas, primera vez que sucede en el torneo. Nada para reprocharle al referí, sí a los forwards. El equipo estaba disminuido en número y funciones, ya que hasta Juan Leguizamón (con una bronca…) tenía que dejar la cancha para el ingreso de un pilar (Nahuel Tetaz Chaparro). Se venía la tormenta del siglo…
Southern Kings, el peor equipo del torneo, pese a su inferioridad respecto del resto, por algo está jugando el Super Rugby, así que 15 contra 13 naturalmente podía convertirse en los All Blacks. Sin embargo, Jaguares fue lo inteligente que no supo ser en el primer tiempo. Prolijo, ordenado, muy bien tácticamente y con garra, bancó la parada para saber que si cerraba un poco el juego y entregaba hasta la última gota de sudor, podía seguir en partido.
Así fue que el equipo aprovechó las infracciones que los sudafricanos cometían para que Nicolás Sánchez embocara tres penales en los primeros 11 minutos, y si bien a Martín Landajo le taparon un kick para que llegara el try del sudafricano Ferreira (15-10), inmediatamente los forwards nacionales encararon hacia el ingoal rival y consiguieron apoyar vía Facundo Isa un try que fue un poco de todos.
El pack terminó jugando el PT con seis, pero en el ST sumó a Matías Alemanno, movida que debilitó a los backs porque debió salir Segundo Tuculet. Ni eso generó que Jaguares perdiera el orden ni la defensa, ya que Kings tampoco sabía hacer algo que generalmente no hace, que es abrir la pelota y buscar los espacios (pese a que los tenía).
Así pasaban los minutos, y aunque el cansancio de los argentinos era obvio, no se notaba porque había una cuestión de orgullo de por medio. Los últimos minutos fueron de tackle y más tackle hasta que a los 70′ Tomás Lezana vio la amarilla por derrumbar el maul (el juez ya había advertido al capitán Agustín Creevy por eso). Jaguares ganaba 22-10, defendía con un scrum sobre su ingoal y terminaría jugando 15 contra 12. Imposible…
Inmediatamente el scrum sudafricano generó el try penal para acercarse 22-17. Quedaban 8′. En la jugada siguiente, Dewald Human apoyó sobre la bandera izquierda y, con la conversión de Fouche, pasó al frente. Ya Kings no podía desperdiciar el regalito. La amonestación al santiagueño fue el golpe para que luego llegara el nocaut. Y encima luego llegó otro try.
Pese a todo, Jaguares terminó de pie y con el orgullo en alto, lo cual es bueno de cara a lo que viene. Sin embargo, la décima derrota en el torneo tiene que doler y las expulsiones también. Un equipo que se armó para pelear el campeonato se está despidiendo -faltan tres fechas en julio, de local en Vélez- siendo uno de los más flojos. Será cuestión de aprender de los errores y hacer un mejor papel el año que viene. Aunque todavía queda la oportunidad de cambiar un poco la imagen en el cierre del torneo.
En cuanto a Los Pumas, ya habían perdido a Leonardo Senatore, suspendido por morder a un rival, y ahora seguramente tampoco contarán con Lavanini y Herrera. El camino está en subida. No será la primera vez.
Fuente: Olé.com.ar