Los Boks se los llevaban por encima pero los argentinos reaccionaron al punto de que casi lo dan vuelta en Durban en el cierre del Championship.
Los Pumas cerraron su participación en el Rugby Championship. Si bien los Springboks se impusieron por 38-21 en Durban, el seleccionado levantó la imagen respecto a la derrota ante al mismo rival en Avellaneda. Con este resultado, y ya que el local no pudo ganar por 39, los All Blacks salieron campeones.
Esto es así porque en la madrugada, le ganaron 40-14 a Australia y por eso dejaron ese margen para que los sudafricanos intentaran quedarse con el título con una goleada que no ocurrió.
El marcador en Durban tardó 18 minutos en abrirse porque los locales, sabiendo que debían sumar una diferencia notable de tantos para ganar el certamen, salieron a marcar tries y no a jugar pensando en el resultado. Por eso no patearon a los palos y buscaron el ingoal, pero chocaron contra sus propios errores.
Por ejemplo, a los 10′, Etzebeth apoyaba, aunque luego de cometer una infracción dentro del maul. Enseguida, Los Pumas salieron con penal pero, desconcentrados, no escuchaban al árbitro que les gritaba que corrían en offside. Como no le hicieron caso, el australiano Damon Murphy les cobró penal en contra. Así era el partido, colmado de errores. Por lo menos, Los Pumas bancaban con defensa.
El problema era la cantidad de penales (6-2), que generó la amarilla a Kremer (10′ afuera) y que, por decantación, en algún momento Sudáfrica iba a llegar al try con una posesión del 70 al 30%. La conquista llegó por intermedio de Wiese tras el empuje del scrum.
La Selección ni siquiera podía pasar la mitad de cancha porque el vendaval verde no se lo permitía. Lo malo del local era la resolución de sus ataques. Pero, como el anterior, se veía venir un nuevo try. Este llegó tras una nueva amarilla a Los Pumas (González), que ya sumaban una enormidad de penales (12-2) y una posesión de 21 a 79%: a los 28′ Kolisi apoyaba tras el penal-line-maul.
Por la dureza del partido, Bello y Matera debían dejar la cancha y entraban Sclavi y Petti, natural segunda línea que debía formar de octavo por la salida de González. Más allá de los cambios y estar con 14, los últimos 10′ del PT fueron los mejores de los argentinos, que hasta tuvieron un avance de try pero se abortó por un offside de Sclavi. En un cambio de libreto, Steyn buscó los palos en un penal desde 55 metros y amplió a 17-0.
Sobre el final de la etapa, tras un inusual error del line sudafricano, Carreras metió una precisa patada a cargar que terminó aprovechando muy vivo Bertranou para apoyar y dejar el 17-7 a favor del local al descanso.
Ya en el ST, otra vez Los Pumas buscaron las patadas de Carreras para que Boffelli las fuera buscar a las alturas, y así llegó un nuevo try. Argentina recuperó el balón y, tras un pasamanos, el ala González encaró como wing, pintó a Le Roux y apoyó.
Bajo una llovizna en Durban, y mientras los fanáticos seguían cantando y haciendo la ola, Los Pumas competían por el triunfo, ya era impensado que los Boks pudieran salir campeones. Había partido. Sobre todo porque los argentinos habían bajado la tendencia a cometer penales y los sudafricanos ya no eran ese equipo arrollador (aunque sin muchas ideas, claro) del PT.
Los Boks reaccionaron en la siguiente, con un ataque frontal que el árbitro interpretó había sido frenado con infracción en plena posibilidad de anotar, y por eso dio try penal y aplicó la tercera amarilla al seleccionado, esta vez a un De la Fuente que no entendía por qué se iba. la brecha se estiraba a 24-14.
Los dos estaban con 14 (por empujar a Bertranou y generar una caída peligrosa de Boffelli, Etzebeth se iba con amarilla) y la Selección, ya con Urdapilleta por Carreras y el ingreso de Rubiolo, debutante de 19 años para ser el Puma 886° de la historia, renovaba energías y atacaba. De hecho, los sudafricanos eran los que ahora, indisciplinados, cometían las infracciones (18-13). De Klerk, recién ingresado, por un penal burdo dejaba, con amarilla, a su equipo con 13. Estaba para aprovechar… Y lo hizo Moroni con su try para el 24-21.
Sí, estaba a tiro, pero si se jugaba bien y con un final sólido. Pero no. Un penal de Alemanno en mitad de cancha le dio la posesión a Sudáfrica, que con 13 fue a buscar el try del bonus y el alivio, el cual consiguió con otro try penal, que además provocó la cuarta amarilla nacional, de Sclavi. La chance se escapaba, y así terminó, además, por el try de Arendse en el final.
En resumen, un conjunto argentino supo levantar y hasta ir por el triunfo, pero chocó nuevamente con su irregularidad e indisciplina (22-17 en penales), quizá el problema mayor que evidenció en este torneo. Lo mejor: demostró que está a la altura, sobre todo por las victorias ante All Blacks y Australia, que por primera vez les dio la posibilidad de ganar el torneo, pese a que terminaron últimos.
Las posiciones quedaron así: All Blacks 19 puntos; Sudáfrica 18; Australia 10 y Los Pumas 9.
Fuente: Olé