La CD de River aprobó un fideicomiso para financiar la compra de refuerzos y mantener la inversión para jerarquizar el plantel.
Programa de deuda con oferta pública”. Con estos términos describió oficialmente el club el fideicomiso que fue aprobado anoche en Comisión Directiva (la próxima instancia es el OK de la Asamblea de Socios, que tratará el tema el mes que viene) con “el propósito de seguir invirtiendo en la jerarquización del plantel profesional de fútbol”.
Obviamente, estos son los conceptos que utilizó River para comunicar este movimiento financiero que ya fue utilizado en el inicio de la gestión anterior de Rodolfo D’Onofrio. En ese caso, el objetivo fue tapar los agujeros económicos que había dejado el gobierno de Daniel Passarella. Ahora, la meta es diferente: financiar los (casi) 20 millones de dólares invertidos en la compra de Lucas Pratto (11,5 de euros), Franco Armani (cuatro millones de dólares) y Bruno Zuculini (3,6 millones de euros por el 60% del pase). El refuerzo restante, Juanfer Quintero, llegó a préstamo (300 mil dólares) y con opción de compra de 3,5 millones de la misma moneda.
La otra diferencia con el fideicomiso del 2014, que caducó el año pasado, es que el anterior fue privado y este será público, por lo que cualquier persona tendrá la posibilidad de invertir en el club. “Es un préstamo no convencional para no tener que recurrir a la venta de jugadores y así poder mantener y potenciar un plantel competitivo”, detallan en Núñez.
La parte fiduciaria, la encargada de organizar el fideicomiso, será el Banco de Valores, cuyo presidente es Juan Nápoli, precisamente uno de los tres miembros de la oposición que ingresó por la minoría que logró el candidato Antonio Caselli. “Es un ahorro financiero importante para el club, porque la mayoría de los ingresos de River son en dólares y en el país sólo tenemos acceso a créditos en pesos, a una tasa de interés que no baja del 32% anual. De esta manera, en cambio, la tasa de interés nunca sería mayor de un dígito: de un 9% como máximo”, explicó Jorge Brito, vicepresidente primero de River y además director del Banco Macro.
La rentabilidad para los inversores, en dólares, resulta muy interesante porque es más elavada que en las inversiones habituales, que no superan el 6%. Además, River pondría como garantía el contrato con su principal sponsor, adidas, y los pagos a través de VISA de los socios miembros de Somos River. O sea, en caso de que el club no cumpla con los pagos, estas empresas se encargarán de saldar la deuda con los inversores.
El objetivo “máximo” del fideicomiso es alcanzar la suma de 20 millones de dólares y el plazo para cancelar la deuda será de tres años y seis meses, hasta el 30 de agosto de 2021, fecha que coincide con los días finales de este segundo mandato de D’Onofrio. Por eso, los directivos destacan que “este fideicomiso se cancelará dentro del mandato de la actual dirigencia, sin dejarle ningún tipo de compromiso financiero a la próxima Comisión Directiva”.
Fuente: Olé
