Con tres goles de Kylian Mbappé y uno de Moise Kean, el conjunto parisino humilló a domicilio a los catalanes y solo una catástrofe puede dejarlos fuera de los cuartos de final.
El PSG aplastó al Barcelona en el Camp Nou. El equipo de Pochettino se levantó tras un penal de Messi y ganó 4-1 porque Mbappé la rompió toda: en modo Rusia 2018 hizo un triplete. Otra dura goleada para los culés…
Una paliza. No cabe otra definición. En el Camp Nou el PSG jugó y bailó a su gusto ante un Barcelona que se volvió a golpear con la realidad. Porque ni siquiera Lionel Messi alcanza. Mucho menos el haber empezado ganando por un penal fortuito que el 10 convirtió muy bien. Después de eso, este equipo parisino no se achicó como otras veces, con Mauricio Pochettino siguió dominando el partido, empató, lo dio vuelta y terminó goleando 4-1 y casi que liquidando la serie de octavos de final.
Y claro, cuando todos en la previa hablaban de Messi y su futuro y de la lesión de Neymar, otra vez Kylian Mbappé volvió a demostrarle al mundo que el presente y el futuro es él. En modo Rusia 2018 fue imparable de principio a fin. A los cinco minutos del gol blaugrana lo empató con una gambeta en el área y un gran zurdazo. Y en el segundo tiempo los sacó a pasear uno por uno. De un centro rechazado le quedó la pelota boyando para hacer el 2-1. Y para colmo cerró la goleada con un golazo. La colgó de un ángulo para el 4-1 y la fiesta.
Mbappé estuvo en modo Rusia 2018: hat-trick y partido 10 puntos (REUTERS).
El tercero fue obra de Moise Kean, el 9 que jugó por una banda y cumplió con creces. Su cabezazo fue tras un centro bárbaro de Leandro Paredes, otro que jugó un partido impecable. El ex Boca manejó todo desde el medio junto a Marco Verratti con grandes pases filtrados, de primera, centros. La consecuencia de la confianza de Poche, quien lo afirmó como titular desde que llegó. Una gran noticia también para Lionel Scaloni y la Selección Argentina.
Otra vez Messi lleno de enojo en otra derrota. Una más y van… (REUTERS).
Del otro lado todo oscuro. La pequeña luz que soñaba tener el Barcelona volvió a ser tinieblas por otra goleada en contra. Esta vez fue la mitad de aquel 2-8 contra el Bayern Munich, pero de vuelta un puñal al corazón de un club que está así: quebrado, sin presidente y rogando por que Messi se quede más por amor a la institución y a la ciudad que por desafíos futbolísticos…
Si antes de hablaba de la chance del PSG como salida para junio, otro golpazo así seguramente lo hará pensar más todavía a un Lionel con mucha bronca. Así se lo vio después de los goles sufridos, con gestos al aire de bronca e impotencia. Se fue con cabeza gacha al vestuario y sólo paró para cambiarle la camiseta a Mauro Icardi.
Gran partido jugó Leandro Paredes. Poche confía en él y está rindiendo (REUTERS).
Y el 9 del PSG es otro de los que fue importante. No en lo personal, porque no convirtió en las dos chances que tuvo. Pero sí participó activamente en el juego del equipo, algo que siempre se lo criticaba. Otra consecuencia de que la llegada de Pochettino le dio otra identidad a los parisinos. Que el equipo potencie a las individualidades. Y la prueba se superó con creces sabiendo que dos piezas clave como Ángel Di María y especialmente Neymar no estuvieron.
Parece mentira pero otra vez contra el PSG el Barcelona está obligado a remontar como el 0-4 del 2017. Pero esto es diferente. Acá no parece haber salida para un Barcelona que sigue siendo humillado cada vez que sale a jugar en Europa. La vuelta será el 10 de marzo en el Parque de los Príncipes. Y parece que ni un buen Messi ya alcanza para soñar con otro partido histórico. La luz fue toda de los de París. Fue una Paliza Saint Germain.
Fuente: Olé
