Partidazo en la Catedral, lo tenía la Academia y se lo llevó El Globo

Con un final infartante y un desarrollo cambiante de principio a fin, Huracán se quedó con la ida, en el estadio «Rafael Pescara» por 71 a 68. A 40 segundos del final, estaban igualados 68 a 68, se equivocó Deportivo en la salida y Gaspar Martos facturó para que delire Pueblo Diamante.

Raro partido si los hay, un comienzo demoledor del local, a los 7′ había metido un parcial de 20-0, si así como lo ve, la Academia fue una maquinita, castigó desde el perímetro con Arriaga, Constanzo y Cuello, en las alturas dominó Ormaechea y en la zona picante este último y las penetraciones de Tirso Arriaga, fueron indescifrables para la defensa visitante.

En el segundo capítulo, se paró mejor Huracán en defensa y eveidenció una leve recuperación. Agustín Pizarro se hizo cargo de su equipo y comenzó a romper líneas y a sumar puntos y faltas en sus rivales, sumado a las bombas de Gabriel Viano, así el Globo achicó la distancia al final del primer tiempo (35-22).

Al regreso del descanso largo, la visita siguió con el show de Pizarro, de afuera desde la línea y con sus rompimientos defensivos característicos, atacando el aro y lastimando en cada una de sus penetraciones. La Academia se quedó sin reacción, la supremacía absoluta en los tableros con Durbero (12 rebotes) y Ormaechea (8 rebotes) no le alcanzó, ni el aporte ofenciso del mismo Durbero y Arriaga.

De esta manera Huracán se metió en partido y por si fuera poco, al terminó del parcial estando 1 abajo, y con un par de segundos por jugar, una genialidad de Germán Rodríguez desde abajo de su aro, metió un pase tremendo a la zona defensiva rival, para que Pizarro agrandara su figura y con la chicharra sonando, metiera el doble que ponía a Huracán arriba, por primera vez en el partido (68-69) y a definir en el último.

Los últimos 10 minutos, fueron a puro corazón. Jugadores lesionados, contracturados, pero dejando todo en cada dividida. Arriaga nuevamente se calzó su equipo al hombro y con un gran pasaje colaboró para que el local retomara las riendas del resultado y a los 5′ se pusiera 62-53. Nuevamente parecía historia terminada.

Pero faltaba el acto final de los pibes, dos robos facturados por Fede Moreira y Agustín Pizarro, determinantes en el desarrollo, y a 40 segundos del final, con el resultado igualado en 68, Gaspar Martos roba en defensa, e inicia una memorable corrida que termina con la naranja en el aro rival, y define la historia en favor del Globo, cerrando de manera infartante un verdadero partidazo.

La serie está 1 a 0 en favor de Huracán, Deportivo tiene que ganar en Pueblo Diamante, para forzar el tercer juego, pero esa historia será el lunes desde las 21.