Sólo en 1976 definieron un título. El año que viene, disputarán la Supercopa Argentina.
Boca y River nacieron en el mismo barrio, La Boca, a principios del siglo XX. Los dos formaron parte de un proceso de construcción similar. Los colegios secundarios del barrio, los potreros, equipos de once contra once, rivales un tiempo, amigos más tarde para seguir creciendo, protoclubes.
River finalizó su fusión en mayo de 1904, aunque oficialmente se reconoce fundado en mayo de 1901. Boca, en abril de 1905. Ese año River se afilió a la Liga oficial; Boca, en 1908. Desde 1913 juegan juntos en Primera, salvos los años en que hubo escisiones.
Los últimos años del amateurismo afianzaron la rivalidad. Boca creció a lo largo y ancho de la Argentina gracias a la gira de 1925. River, por las ambiciosas y millonarias adquisiciones de Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra en plena crisis económica tras la caída de la bolsa Wall Street en 1929.
Ya en 1931 se hablaba del clásico más importante del país. Casi noventa años por el mismo camino. Después de tantos torneos de Primera División, tantas copas locales y tantas copas internacionales, sólo una vez jugaron una final. Fue el 22 de diciembre de 1976 y Boca ganó 1-0 con un gol de tiro libre Rubén Suñé.
La Final revive la definición del Nacional de 1976.
¿Por qué ese año y no otros jugaron una final? Ni antes y después igualaron el primer puesto de un torneo de Primera División. River jugó un desempate con Independiente (1932) y Boca con Estudiantes (2006).
Ambos también definieron triangulares: River en el Nacional 68 (con Vélez y Racing) y Boca en 2008 (Tigre y San Lorenzo). Nunca mano a mano. Lo más parecido fue en 1937, cuando igualaron el primer puesto de la primera rueda del campeonato de la nueva AFA (fundada en noviembre de 1934) y que cada año innovaba en materias de premios, formas de disputa, títulos y copas. Por esos años, había medallas para los integrantes del ganador de la primera parte del campeonato. Y ante la igualdad, debían jugar por las medallas. Se disputó trece meses después, en febrero de 1939, con nuevos jugadores y entrenadores. River ganó 5-3.
Tampoco sucedió las siete veces que jugaron copas nacionales. Choques en primera ronda, octavos de final y semifinales. La nueva versión de la Copa Argentina está diseñada para que Boca y River se encuentren en la final. Lo más cerca que estuvieron de verse las caras fue en la primera edición, en 2011/12. En semifinales, Boca le ganó por penales a Deportivo Merlo y River perdió, también por penales, con Racing. A los organizadores casi les sale el negocio redondo en el primer intento.
Los viejos nacionales tuvieron diferentes formas de definición mientras duraron, de 1967 a 1985. Los primeros se jugaban todos contra todos, a una sola rueda. El primero era campeón y listo. Luego, como aumentaron los equipos, pasaron a dos zonas, con definiciones de semifinales y finales.
Ya en 1973, se resolvió con un cuadrangular final. Y en 1974 y 1975, con cuatro zonas, un octogonal final, todos contra todos a una rueda, en cancha neutral. Así, San Lorenzo fue campeón en Vélez en 1974, y River en Newell’s en 1975. Pero en 1976 otra vez cambiaron el formato. El Nacional contó con 34 equipos y se dividió en dos zonas de ocho y dos de nueve. Los dos primeros de cada zona se clasificaban directamente a cuartos de final. Las instancias finales se jugaron a un solo partido. Boca igualó el primer puesto de la Zona A con Quilmes y jugó un desempate para definir el 1-2: ganó Boca 2-1 y evitó enfrentarse con River, que ganó la zona B con comodidad, y segundo quedó Banfield. En cuartos, Boca venció 2-1 a Banfield y River 2-1 a Quilmes. En semifinales, Boca despachó a Huracán (1-0) y River a Talleres (1-0). Los caminos se habían alineado.
El resto es conocido. Jugaron en la cancha de Racing ante casi 100 mil personas. El Chapa Suñé, a los 27 minutos del segundo tiempo, de tiro libre y mientras Ubaldo Fillol acomodaba la barrera, marcó el gol de la victoria. Y Boca festejó el bicampeonato.
El periodista e historiador Diego Estévez se animó y en 2015 publicó La Final, el superclásico más decisivo en tiempos de tinieblas. Porque ese solo partido necesita un libro entero.
“Boca y River están por jugar la final del Campeonato Nacional de 1976. Noventa minutos a todo o nada, a un solo partido y en cancha neutral. Si empatan, habrá media hora de alargue. Y si siguen sin sacarse ventajas, deberán ejecutar penales. De los más de trescientos cincuenta partidos disputados entre ambos, ésta es la única final”, relata Estévez en uno de los párrafos de una obra imperdible.
Cuarenta y dos años después jugarán la segunda final de la historia. Uno como campeón del torneo de Primera División. El otro, tras festejar la Copa Argentina. Estará en juego la Supercopa Argentina. Y una vez más, la supremacía entre los dos clubes más populares del país. Esos que nacieron en el mismo barrio: La Boca.
Fuente: Clarín
