River no estuvo fino para definir pero le ganó 2-1 a San Martín (T) y arrimó a la Libertadores del año que viene. Quintero clavó otro golazo y lo definió Matías Suárez. Al Ciruja no le dieron un penal sobre la hora.
River sacó adelante uno de esos partidos que en la previa parecer accesibles, pero que en el trámite le cuestan. En el Monumental, le ganó 2-1 a San Martín (T), ya sin Coyettte y casi condenado al descenso, y arrimó a su objetivo para lo que queda de Superliga. Con este resultado se ubica quinto y en un par de fechas se juega la clasificación directa contra Atlético, el otro equipo tucumano. Lo abrió Quintero y lo cerró Matías Suárez, pero el Ciruja descontó y no le dieron un penal sobre la hora que pudo cambiar todo.
Tuvo dos problemas principales River: uno evitable y el otro no. Por un lado, volvió a faltarle fineza en la definición, y si bien por momentos mostró su juego habitual, con asociaciones y mucha participación por las bandas, sumó muchas llegadas y concretó poco. Por el otro, la acumulación de lesiones ya es una racha negra: Casco se rompió la clavícula en la primera jugada del partido, mientras que Nacho Fernández y Quintero salieron con sendas molestias.
La primera del partido fue de San Martín, con un buen cabezazo de Moreira que pasó cerquita. Pero River se fue adueñando del partido de a poco y, después de un tapadón de Carranza a Nacho Fernández, Juanfer volvió a abrir la historia con otro golazo, luego de una buena asistencia del laborioso Pratto.
No se desesperó el equipo de Gallardo en busca del segundo y, mientras la visita solo apostaba a alguna contra remota (cada vez mejor Robert Rojas, tiempista como líbero), tampoco lo necesitó. Pero en el segundo parcial empezó otra vez a acumular ocasiones de esas que después suelen lamentarse en el otro arco. A Quintero se la sacaron del buche, el pibe Ferreira pateó tres veces a la tribuna y Mayada, de impecable despliegue, decidió muchas veces mal cuando tenía que dar el pase de la muerte.
En el medio Armani tuvo que intervenir cuando lo llamaron y empezaba a sentirse incómodo River con los bochazos largos del Ciruja, pero Matías Suárez reemplazó a Quintero y, en la tercera que tuvo (las dos primeras se las tapó Carranza), le pudo dar la tranquilidad del 2-0 al equipo de Gallardo.
Más que necesaria, porque al toque descontó Ramiro Costa para San Martín y volvieron a activarse las alarmas. Sobre el final, pudo haber penal para la visita tras un remate que se desvió en Rojas, pero el árbitro Delfino no lo consideró así.
Lo sacó adelante River, que se va copando en la Superliga y busca uno de los cupos directos a la Libertadores del año que viene.
Fuente: Olé