El Peque batalló durante tres horas contra el grandote Struff, al que venció por 7-6, 6-4 y 7-5. Espera por Nadal o Sinner.
Para ganar, hay que saber sufrir. Si uno piensa que Diego Schwartzman (10º del ranking) la tuvo fácil por haber ganado en tres sets (7-6, 6-4 y 7-5) ante el grandote alemán Jan Lennard Struff (42º), se equivoca. Porque tuvo que batallar contra sus propios errores y contra las virtudes del peligroso teutón. No obstante, se metió en los cuartos de final de Roland Garros por quinta vez en su historia. Bien, Peque.
Festeja Schwartzman (AFP).
De movida, Schwartzman, que reconoció que estuvo nervioso y no pudo desplegar su mejor tenis, se encontró con un 5-1 abajo en la manga inicial. Quebró dos veces, levantando varios puntos de set en contra y forzó un tie break. Con vaivenes, prevaleció por 11-9.
Lejos de soltarse, en la segunda manga siguió laburando. La confianza del primer set ganado no fue suficiente. Quiebres mutuos y, finalmente, una luz al final del túnel para adelantarse 2-0 en el partido con el 6-4 de ese parcial.
Ya en el tercero, Schwartzman se había adelantado 4-0 rápidamente. Parecía que la victoria estaba prácticamente en el bolsillo. Pero nuevamente la irregularidad dijo presente y Struff se puso 4-4. Otra vez en un momento caliente, a pesar de la tensión, la muñeca del argentino se impuso para quebrarle el saque al alemán y quedarse con el partido con ese 7-5.
El argentino saluda a su rival.
Schwartzman sigue sin ceder sets en este Roland Garros, alcanzando cuartos por quinta vez en su historia. Su mejor performance fue la semifinal del año pasado. Ahora, espera por el español Rafa Nadal o el italiano Jannik Sinner (19º). Y sueña en grande, desde luego.
Fuente: Olé
