Con un Sara inmenso en los penales y un Tevez goleador, Boca le ganó a Lanús en Mar del Plata y se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina. Ahora va contra Rosario Central, uno de los tres rivales que le quedan por vencer para cumplir el objetivo y llegar a la otra Copa.
Uno se hizo gigante en los 90′, empatándole dos veces el partido a Lanús. El otro brilló en el final tapándole un remate tremendo a Almirón y estirando la definición a la tanda de penales, en donde el 1 de su buzo resaltaría más que nunca. Se lo sacó a Pasquini y también a Herrera, y estuvo muy cerca de cerrar la serie ante Marcone: la tocó pero se le metió con suspenso, y entonce fue Vergini quien sentenció la historia.
Historia que empezó complicada desde el vestuario, con discusión entre utileros mediante y un gol madrugador de Román Martínez que abrió mil interrogantes. Eran muchas las preguntas y pocas las respuestas, casi tan pocas como las que tuvo Boca en ese primer tiempo en donde nunca le encontró la vuelta. Lanús tenía la pelota y marcaba el ritmo, más allá de que a la hora de pisar el área también tuviera serias dificultades. Sólo a través de la pelota parada consiguió llegarle con claridad a Boca, que sufrió muchísimo ante cada tiro libre que cayó al área en forma de centro.
Hasta ahí, de Tevez ni noticias. Apagado, sin esa chispa que había mostrado vs. Belgrano, Carlitos pasó prácticamente desapercibido. No tuvo la pelota, no generó situaciones ni pisó el área. Pero algo en el entretiempo lo hizo reaccionar, y entonces el Corazón Apache marcó la diferencia. Desde su picardía, Boca se reencontró consigo mismo y consiguió empatar el partido: el 10 jugó rápido un tiro libre, picó a buscar la devolución y, con un poquitito de ayuda, la mandó a guardar al segundo palo.
Y hubo más. Porque enseguida que Tevez hizo el empate, Lanús se puso otra vez en ventaja. De nuevo a través de pelota parada y, como en la jugada del 1-0 de Román Martónez, con Braghieri ganando en el área. Pero Carlitos siguió. Y empujó. Y lo empató con un gol bien de 9, empujando a la red el rebote que dio Monetti luego de que le ahogara el festejo a Benedetto.
Despues sí se vino la otra historia, la de los penales. Esa en la que Sara se vistió de héroe. Esa con la que Boca mantuvo viva la ilusión de meterse en la Copa.
