Independiente le ganó 1 a 0 a Millonarios con gol de Benítez y quedó bien instalado para pelear la clasificación a octavos de final. El Rojo tuvo un buen primer tiempo y perdió intensidad en el segundo.
El Rojo sigue bien aspectado, con su fútbol instalado, de velocidad, precisión y posesión de pelota. No dio su mejor versión ante Millonarios, aunque el 1 a 0 estuvo bien justificado porque marcó diferencia en el juego. Sobre todo en el primer tiempo, cayó en el segundo aunque suele pasar y es casi previsible que eso le suceda a un equipo que tiene adoptado un sistema que genera desgaste.
El 1 a 0 de Benítez, una jugada con el sello made in Holan por la forma en el que el Rojo le generó la chance al jugador, fue justificado y hasta previsible por la superioridad que mostraba el local en esos momentos. Hubo más del Rojo, con las buenas proyecciones de Sánchez Miño, algunas de Bustos, la calidad conocida de Maxi Meza, con arranques que se ven venir y los rivales no pueden prevenir.
Independiente sostuvo la ventaja en el segundo tiempo básicamente porque su defensa estuvo sólida tanto en el juego aéreo como en el anticipo por abajo. Además, Millonarios no tuvo el ímpetu y la precisión necesarias para romper la resistencia roja. Eso no quita que el hincha del Rojo estuvo rogando por el final del referí uruguayo Leodán González, bien en lo técnico pero mal en lo disciplinario.
Para Independiente fue su cuatro triunfo al hilo: Banfield, San Martín de San Juan y Argentinos habían sido los previos. Ahora depende de sí mismo para armar su camino en la Copa: ganar los dos de local, Corinthians y Deportivo Lara, le puede facilitar mucho la clasificación.
Fuente: Olé
