El Real Madrid resurgió en el final y se llevó el triunfo 2-1 ante el Barcelona con goles de Benzema (de tijera) y de Cristiano. El árbitro anuló mal un gol de Bale y no dio un penal de Ramos (debió ser expulsado) sobre Messi. Así, el Atlético y el Real achicaron distancia en la tabla con el culé.
Resurgió el Real Madrid y le quitó la sonrisa de la cara al Barcelona en su propia casa. El Merengue revirtió el 0-1 y, con goles de Benzema -de tijera- y de Cristiano Ronaldo, le ganó 2-1 al culé y le puso emoción a la Liga, ya que el Atlético y los blancos le descontaron puntos al líder, el Barsa, y todo quedó abierto en el tramo final del campeonato español. Messi se quedó con el grito 500 en la garganta…
Fue el Barcelona el que llevó el comando del encuentro durante tres cuartos de partido y el que se perdió ocasiones increíbles. Suárez, tras un pase-gol de Neymar, le pifió a la pelota cuando sólo tenía que empujarla. Después fue Keylor Navas quien se visitó de héroe para evitar los gritos de Rakitic, de Messi y de cualquiera que intentara cruzarse en su camino. El único que logró vencerlo fue Piqué con un cabezazo de Pique al piso.
El Real sufría. Bale, Benzema y Cristiano retrocedían hasta su propio campo para que hubiera una defensa abultada y cerrada. El árbitro no cobró un penal de Sergio Ramos (ya estaba amonestado) sobre Messi aunque, para ser justo, el juez también la pifió en ese gol que le anuló a Bale (no había falta sobre Jordi Alba).
El Madrid se dio cuenta que podía cuando los minutos finales empezaron a aparecer en el cronómetro. Ahí fue por algo y se terminó quedando con todo. Dos desatenciones del fondo del Barcelona fueron determinantes: Benzema marcó el empate con una ¡tijera! en el área chica y Cristiano, luego de un tiro en el travesaño, fue letal para los culés.
Messi se quedó con las ganas de gritar el 500; y el Barcelona de liquidar la Liga. El Real, en cambio, se llevó una pizca de ilusión, la misma que tiene el Atlético, que ahora quedó a seis del líder.
Fuente: Olé.com.ar