«Hay que dejar la vida por los colores…», canta el equipo argentino, en un Ergo Arena que ya está vacío (nunca estuvo demasiado lleno, es cierto) minutos después de la victoria de Leo Mayer, que cerró la serie, que le dio el pase a cuartos de final y que, además, asegura una vez más la continuidad del equipo nacional en el Grupo Mundial para el 2017. Un punto, el del Yaca, que valió todo eso. Y ahora se disfruta con arenga, con saltitos, con alegría merecida de este equipo en Gdansk, Polonia. Esta vez, al correntino le tocó jugar con la serie arriba, 2-1, con esa tranquilidad de tener algo de margen perol al mismo tiempo, de saber que la puede definir. Y le tocó Przysiezny, pese a las dudas del sábado cuando el capitán polaco coqueteó con la chance de poner a Kubot en el primer turno. Y lo cerró 6-7 (4), 7-6 (4), 6-2 y 6-3. Ahora se vendrá Italia, que venció a Suiza 3-0 en Pesaro, con Lorenzi, Bolelli y Seppi.
Le costó a Leo. Le costó al principio, con un local que le pegó a todo lo que tenía por delante y se puso arriba en el primero, porque no lograban sacarse demasiadas ventajas (en las dos primeras mangas, no hubo ni siquiera una chance de break para ninguno de los dos). Estaba incómodo el argentino y se le notaba. Hasta que él y la confianza se cruzaron en el court y ya no hubo nada que hacer. El segundo set no fue fácil, pero fue importante para sentir que se podía, que sólo era cuestión de encontrarle la vuelta. Con un saque feroz (26 aces del Yaca) y un 91% de puntos ganados con el primer saque, logró en el tercero y en el cuarto los breaks que necesitaba para cerrar el partido y conseguir su 11° victoria consecutiva en Davis, teniendo en cuenta también los dobles. Una muestra más de que se trata de un jugador copero. Y que seguramente estará en Italia.
Fuente: Ole.com.ar
