El clásico rosarino terminó 0-0 porque fue más luchado que jugado, con mucha pierna fuerte y se acordaron de la pelota recién sobre el final. Newell’s tuvo las más claras pero no pudo convertir. Central quedó a cinco puntos de los líderes de la zona 1.
La locura que genera el clásico en Rosario, esta vez se trasladó a la cancha y lamentablemente no se transformó en fútbol. Newell’s y Central arrancaron con las pulsaciones a mil, pasados de revoluciones, por lo que el juego no fue preciso y cada cruce, peligroso. Nunca bajaron un cambio, a varios se les fue la pierna en algún choque y eso hizo que se levante más la temperatura. La pelota tuvo protagonismo sobre el final donde la Lepra estuvo más cerca de quedarse con el triunfo pero Sosa le sacó el gol a Maxi Rodríguez y Salazar, a Scocco. Por eso, el duelo terminó sin goles en un resultado que no le sirve a ninguno ya que el Canalla quedó más lejos de los líderes de la Zona 1 y Newell’s sigue en la parte baja de la Zona 2.
El árbitro Fernando Rapallini demostró desde el arranque que no quería tener inconvenientes con decisiones trascendentes, ya que cobró una falta de Marco Ruben sobre Nehuen Paz, cuando el delantero terminaba frente al arquero y apenas hubo un roce. Luego cuando se dieron los cruces de mayor intensidad, tampoco fue riguroso. En el mejor momento de Newell’s, al menos desde la posesión, Giovanni Lo Celso estuvo cerca de abrir el marcador con un remate que pasó cerca del ángulo. Y después aparecieron las patadas. Maxi Rodríguez vio la tarjeta amarilla tras trabar mal ante Musto y luego hubo de las dos partes. Villagra metió un topetazo mientras que Mateo taló a Cervi. Poco con la pelota en la primera parte.
Fuente: Olé.com.ar