Leo hizo el 2-2 y después picó un penal para ganarle 3-2 al Leipzig tras ir perdiendo. Mbappé, figura en un flojo PSG.
Un lujo para desatar la alegría en el Parque de los Príncipes. Lionel Messi picó el penal que significó el 3-2 del PSG ante el Leipzig y ganar un partido clave por la Champions. El argentino minutos antes había convertido el empate en un partido durísimo y, con su primer doblete en París, cambió lo que era preocupación por festejos. Y si Leo se fue feliz fue por el partidazo que hizo Mbappé, autor del primero y quien asistió en el segundo y generó el penal del tercero. Una sociedad que salvó al equipo de Mauricio Pochettino.
Leo y su primer doblete en el Paris Saint-Germain (EFE).
Las grandes figuras firmaron otra victoria del Paris Saint-Germain en una noche compleja desde lo colectivo. El 7 francés había hecho el 1-0 a su estilo, de contra y aprovechando su velocidad, calidad y definición. Pero aún en ventaja el Leipzig se fue imponiendo y aprovechó las deficiencias defensivas de su rival. Primero igualó André Silva tras una gran jugada y así se cerró el primer tiempo.
En el segundo no cambió la tónica. Al punto que Mukiele volvería a utilizar la misma fórmula: centro a las espaldas de Kimpembe y Nuno Mendes y 2-1 para el conjunto alemán. ¿El PSG? Flojo atrás y estático en el medio se encomendó a sus estrellas que brillaron. Primero, Poche reorganizó el medio con Wijnaldum y Danilo Pereira y el equipo que estaba para recibir el tercero se afirmó.
En el tramo final aparecieron ellos. Mbappé, imparable en todo el partido, recuperó una pelota, encaró al área y le dio el pase a Messi. Definición justa del N° 30, que tocó el arquero y pegó en el palo. Sin esperar si entraba o no Leo la fue a empujar y selló el 2-2 que cambió los ánimos totalmente en el Parque de los Príncipes.
Y al rato nuevamente Kylian encaró y lo bajaron dentro del área. Y no dudó: señaló a Messi diciéndole ‘patealo vos’. Y sí, al rosarino se le ocurrió picarla para meter ese 3-2 decisivo y que el PSG siga siendo líder del Grupo A de la Orejona un punto arriba del Manchester City. Tercer gol con esa casaca y primer doblete allí. Además, le gritó a un Leipzig que nunca había enfrentado y ya lo tachó. Todo ante la mirada de Ronaldinho, amigo y socio de Lionel en sus inicios y que estuvo invitado por ser una leyenda del club francés.
MUCHO PARA MEJORAR
Una alegría que deja conclusiones. Positivas y negativas. Sin Neymar lesionado, Di María suspendido, Leandro Paredes lesionado ni Mauro Icardi afectado por sus problemas personales, Mbappé dio un show y fue el socio ideal para Messi. El 7 pudo tener su segundo grito al final con otro penal, pero lo colgó por encima del travesaño. En cuanto al resto, Pochettino se irá con mucho trabajo de cara al futuro. Al inmediato que será nada menos que el domingo en el clásico contra el Olympique de Marsella de Jorge Sampaoli.
Pochettino lo vivió con mucha intensidad desde el banco (AP).
Pero también mirando más allá. Este PSG que en el 2-0 al City había mostrado cosas buenas ante un rival top, dio un paso atrás en rendimiento. Así, la posibilidad de llegar lejos en la obsesión llamada Champions se le hará más difícil. Bien lo dijo el DT argentino el día que arribó Messi. «Nuestro desafío es armar un equipo», había dicho. Mientras las figuras sigan apareciendo, hay tiempo.
Fuente: Olé