El Rojo visitará al Tomba y tendrá la posibilidad de cortar una racha de 46 años y 15 partidos sin triunfos en Mendoza. “Los números no juegan”, avisó Pellegrino.
Pasaron los años, partidos, jugadores, técnicos, dirigentes, generaciones enteras de hinchas, festejos de campeonatos y hasta lágrimas derramadas por un descenso. El tiempo transcurre y las hojas de los calendarios se siguen desprendiendo, pero la racha parece no tener fecha de caducidad. Los fanáticos de memoria prodigiosa seguramente deben tener presente la fecha: 2 de noviembre de 1969. Sí, el año del Cordobazo bajo la dictadura de Onganía, la época en la que en Avellaneda se inauguró el puente Pueyrredón y el hombre llegó a la luna, por citar algunas referencias. En ese punto de la línea de tiempo figura la última victoria de Independiente en Mendoza. Pasaron 46 años desde el triunfo por 2-1 ante San Martín de dicha provincia. En esa jornada, el Rojo se impuso con un doblete de Héctor Yazalde en un partido del torneo Nacional. En ese lapso, acumuló ocho empates y siete caídas en la tierra del vino.
Hoy, tendrá la oportunidad de cortar la racha. “Los números no juegan. Lamentablemente, la ley del ex no siempre se cumple. De lo contrario, tendría que poner a Aguilera, el Torito Rodríguez, Aquino y Leandro Fernández para asegurarme un gol de cada uno”, bromeó Pellegrino. En casi medio siglo, el Rojo cosechó dos empates ante San Martín (1-1 en 1971 y 1972), otra igualdad contra Huracán de San Rafael (2-2 en el Nacional de 1981), dos caídas ante Independiente de Rivadavia (ambas 1-2 en 1973 y 2014) y una derrota ante el Chacarero (1-2 en 1974). Además, sumó cinco empates y cuatro caídas ante el Tomba.
“Ellos siempre son muy complicados en Mendoza. Van a salir a presionar y atacar. Tenemos la cuenta pendiente de hacer afuera lo que hacemos en casa”, aseguró Longaniza. Para seguir subiendo peldaños, su equipo deberá ganar en la tierra prohibida.
Fuente: Olé.com.ar