Colaborando con la editorial de Toquedeportivo.com, cinco profesionales de nuestro medio, nos brindarán sus conocimientos en una entrega, que compartiremos con todos ustedes. Hoy la columna pertenece al Profesor y Licenciado Esteban “Tebi” Scalise.
Entrenar: ese proceso tan personal
El entrenamiento como tal, es tan antiguo como el deporte y la actividad física, surgieron a la par, como fruto de esa necesidad humana de la superación.
Tuvo su gran desarrollo y rápida evolución durante la guerra fría, donde el deporte fue otro frente de batalla entre el bloque oriental (principalmente la USSR) y el occidental (USA y Europa), para ello se destinaron grandes recursos a la investigación científica con el fin de mejorar el rendimiento. A partir de ese momento, décadas del 50-60, se continúa evolucionando en forma constante con el fin de priorizar el RESULTADO, la EFICIENCIA y la EFICACIA.
Que entendemos por ENTRENAR:
· Un concepto muy general dice que es un PROCESO, QUE CON ACCIONES Y RECURSOS PRESENTES, EN BASE A EXPERIENCIAS PASADAS INTENTA MODIFICAR EL FUTURO;
· Otro más específico dice: Es el proceso dinámico, pedagógico – didáctico, que considera a la persona como una unidad bio-psico-social y que tiene como objetivo desarrollar, incrementar capacidades potenciales y mantener estas mejorías a través del tiempo.
De ambos surge una palabra en la cual nos vamos a detener: PROCESO…
El proceso supone un comienzo que consiste en un diagnóstico o evaluación, un objetivo a lograr, un desarrollo o implementar acciones, evaluación del proceso y análisis para reorganizar nuevamente las acciones.
· Evaluación diagnóstica: esta consiste en determinar la condición inicial de la persona, imprescindible para planificar, nos da la imagen situacional. Supone en primer lugar exámenes médicos para asegurarnos que las actividades se puedan desarrollar y graduar correctamente.
· Objetivo: el mismo surge de la evaluación, de los intereses personales, de los gustos, prioridades, tiempos, disponibilidad, etc., y principalmente de la lógica en su búsqueda, pero siempre con una premisa: el OBJETIVO SE ADECUA A LA PERSONA Y NO LA PERSONA AL OBJETIVO.
· Desarrollo: consiste en llevar a cabo las actividades planificadas.
· Evaluación del proceso: se repite la evaluación diagnóstica para comparar resultados y el análisis de variables utilizadas para planificar.
· Reorganizar: el nuevo proceso en base a los resultados obtenidos.
Todo este ciclo merece un análisis más profundo de cada uno de sus componentes y está guiado por una serie de principios del ENTRENAMIENTO, como por ejemplo: ESPECIFICIDAD, INDIVIDUALIDAD, PROGRESIVIDAD, etc.
De ellos tomamos la INDIVIDUALIDAD: entrenar supone que ese PROCESO, que analizamos anteriormente, surge de MI evaluación, busco MI objetivo, implemento MIS acciones y logro MIS resultados, todo guiado, acompañado o asesorado por especialistas formados, no solo desde la EXPERIENCIA o vivencia, sino también, desde lo ACADEMICO-CIENTÍFICO (didáctico-específico), o sea MI ENTRENADOR.
Es común ver búsqueda de objetivos o implementación de acciones en forma masiva, lo que puede generar frustración al no lograr lo planteado, o a veces no se plantea ningún fin, o se repiten actividades por la mera repetición, que son o excesivas (que puede ser nocivo) o insuficientes y no adecuadas a la persona y en vez de lograr mejoras en la salud terminan generando perjuicios.
Entrenar es tan personal como usar calzado deportivo, no me compro lo que usa otro, o el deportista de elite, ya que me puede quedar GRANDE o CHICO, no se adecua a MI uso, a MI gusto, a MI forma de pisar, a MI fin y a MIS posibilidades….
Por Esteban “Tebi” Scalise
Profesor de Educación Física (I.N.E.F DR. J. COLL), Preparador Físico (G.E 757), Licenciado en Educación Física (UNIV. J. A. MAZA).
· Docente colegios primarios, secundarios, IEF Dr. J. Coll.
· Corredor de pruebas multidisciplinas.
· Entrenador de deportistas con participación local, nacional e internacional.