Los hermanos Antolín, apellido ligado al automovilismo como pocos, visitaron los estudios de la FM 96.3 y charlaron para la radio y Toquedeportivo.com, contando lo que fue este 2017 que está a punto de partir, y las importantes novedades para el 2018 con el TC 2000 en la mira.
-¿Se termina un año muy bueno para ustedes y mejor imposible, con el primer triunfo de Gonzalo en la categoría?
-Gonzalo- Si fue un fin de semana soñado, porque estuvimos varias veces cerca pero siempre algo pasaba. Por suerte se nos dio en la última carrera, veníamos de tener un accidente muy grande con el Corsa dos carreras atrás y era una incógnita. Lo fuimos recuperando de a poco, al principio pensamos que iba a ser complicado, no lo habíamos podido probar cuando llegamos al autódromo nos encontramos con un gran auto desde la segunda tanda, después en la clasificación la serie y en la final que pudimos quedarnos con el triunfo.
-¿Me imagino lo que habrá trabajado papá Jorge y sus muchachos?
-Gonzalo- Si, tremendo, tuvieron que trasnochar y quedarse hasta muy tarde. Ya una semana antes de la carrera se quedaban hasta las dos o tres de la mañana todos los días y en el autódromo el jueves nos acostamos a las 5 de la mañana.
-¿Y a vos Matías te pasó, algo insólito?
-Matías- Sí, una más (risas), pero esta fue tremenda, no habíamos tenido un gran fin de semana pero estuvimos dentro de los 12, en la clasificación quedamos 11º, podíamos meternos entre los autos de punta, pero cuando va a comenzar la vuelta previa, mi mecánico quiso cerrar la puerta y no cerró, varios golpes y nada. Tuve que ir a Boxes y allí la arreglamos como pudimos, pero tuve que largar desde el último lugar. Algo insólito no es algo que se revisa, que se pueda romper, estamos acostumbrados a roturas en el motor y esas cosas pero lo de la puerta superó todo. Estás con toda la adrenalina esperando la carrera, concentrado y se te viene el mundo abajo, una lástima pero no pude hacer nada.
-¿Te quitó un lugar Gonzalo, para el año próximo?
-Matías- Si, (risas) por medio punto Gonzalo va a llevar el 9 y yo el 10. Si los dos seguimos, esos van a ser los números. Él es el goleador y yo el creador (risas nuevamente).
-¿Tuvieron más posibilidades de las que las circunstancias les dejaron aprovechar, digo estuvieron cerca de sumar varias veces y por algún motivo no pudieron?
-Matías- Si, de mi parte arrancamos el año con un auto que no conocíamos, las tres primeras carreras con el Clío fueron terribles no pudimos sumar puntos, solo dos creo, era un auto que no manteníamos nosotros y recién en la cuarta fecha cuando pudimos ordenar el auto, nos encontramos con que ganamos en Paraná, después salimos cuartos y tuvimos varias carreras a buen ritmo, pero en el final nos volvió a suceder lo mismo del principio, por distintos motivos no pudimos redondear un mejor resultado final. En Concordia hicimos la Pole veníamos liderando la serie y se nos explotó la caja que habíamos comprado hacía dos carreras, haciendo una inversión muy grande para no tener problemas.
-Gonzalo- A mí me pasó en Paraná pero ese fue error mío, no se veía nada por la lluvia y me fui afuera en una curva cuando estaba cuarto. Llovía muchísimo y también les pasó a los dos primeros que eran los que mejor veían. La verdad que fue un error mío pero por ahí lo justifico porque la verdad que no se veía nada, apenas la luz del auto que esteba adelante y en esos casos seguís lo que hace el que va adelante tuyo, si frenó pasado vos también frenas pasado.
-¿Nunca sienten un poco de miedo?
-Matías- La verdad y más allá que llevo muchos años corriendo, la adrenalina es parte de esto y me gusta, pero en esa carrera de Paraná realmente sentí mucho miedo porque las condiciones eran terribles, solo veía la trompa de mi auto y con suerte un poquito de la luz del auto de adelante que estaba a tres metros y a 200 km por hora, muy rápido en algunos sectores y se me cruzó por la cabeza toda la carrera, si se me llegaba a frenar o hacer un trompo alguno de adelante, no lo iba a poder esquivar se la iba a pegar, no hubiera podido hacer nada. Al final luego de largar 24º terminé 7º, pero con el auto muy golpeado y zafando de muchas situaciones que podrían haber sido complicadas. La verdad que uno disfruta esto, pero en esas condiciones, al tanteo, es jodido, vos tenés tiempo de reaccionar, el tema que el auto no responde como en condiciones normales.
-¿Qué balance hacen del año chicos?
-Gonzalo- La verdad que para mí fue muy bueno, de no haber sido por distintos motivos que nos fueron pasando hubiéramos terminado adelante, en mi caso arranqué bien y a partir de San Luis con tres carreras que sumaron puntaje y medio, no pude terminar ninguna. En San Luis venía primero y se me explotó el motor, en Paraná que me despisté estando 4º y a una vuelta del final y en Cabalén donde terminé con el auto destruido. Sumé en las últimas dos y pude finalizar 9º, así todo, pienso que tuvimos una temporada excelente.
-Matías- También pienso igual, con las perspectivas que teníamos en febrero, que no iba a correr, de la nada apareció un hombre del sur de la Argentina, de Trelew, que me ofrece un auto sin ninguna condición, el balance es más que bueno. Corrimos tres carreras como te dije al principio muy malas hasta que pusimos al Clío en condiciones y a partir de allí fue un año excelente.
-¿Pensaron en algún momento que se terminaba la vida del Corsa?
-Gonzalo- Sí, sin dudas
-Matías- Es más, cuando volvimos de la carrera, lo mirábamos por todos lados y estaba más afuera que adentro, no se justificaba para nada hacer lo que hicimos por una cuestión de tiempo, y de poder cumplir con las publicidades de la gente que nos apoyó, y decidimos arreglarlo, faltamos a una carrera y en la última nos sorprendimos todos, si te muestro una foto de cómo había quedado el auto, era imposible. Lo ves ahora y está hermoso, es un auto de carrera, bien paradito, pero desde lo deportivo nos sorprendió tremendo funcionamiento, las chapas las llevamos a su lugar por fuera se ve bonito, pero corríamos el riesgo de tirarlo a pista y no poder dominarlo. Bueno fue todo lo contrario el auto se comportó de manera excelente, hasta quedó mejor (risas). Realmente fue una cuestión de amor al Corsa, no queríamos desecharlo y salió perfecto.
-¿Final de una temporada muy linda, a quiénes se lo deben?
-Matías- Como siempre hay mucha gente de San Rafael que se acercó desinteresadamente a nosotros, a la gente de la rifa del auto que sortea en estos días, a los que nos acompañaron en las cenas, y a otras personas que no tienen absolutamente nada que ver con el automovilismo y aportaron su granito de arena, desde ya el apoyo del gobierno de la provincia que fue increíble y además nos confirmaron que continúa el año próximo, el apoyo de la Municipalidad de San Rafael, del Consejo deliberante que a su escala han hecho un esfuerzo importante para acompañarnos y a todos los sponsors por supuesto que estuvieron durante todo el año.
-¿Bueno por lo que me decías el apoyo sigue o sea que el 9 y el 10 están asegurados en la Clase 3?
-Matías- No lo sé, hay un par de propuestas dando vueltas para correr en TC 2000, el 9 va seguro y lo va a usar Gonzalo, con el 10 esperemos, a lo mejor hay alguna sorpresa. Estamos trabajando mucho en el presupuesto para poder estar el año próximo, Gonzalo seguro en la Clase 3 y yo analizando esas dos buenas propuestas que te decía, para el TC 2000 v bueno vamos a hacer todo el esfuerzo para llegar a cumplir este proyecto, solo dependemos del número.
Con la humildad de siempre, Matías y Gonzalo se prestaron a los micrófonos de nuestro medio y nos contaron lo que fue este 2017 y las grandes chances para el próximo año, ojalá podamos ver a ambos hermanos nuevamente compartiendo pista o por qué no, a Matías en el TC 2000.
Por Fabián Segura/Toquedeportivo.com
Fotos: Rodrigo Riquelme
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