San Lorenzo estuvo cerca del milagro pero no le alcanzó: perdió 2-1 ante Toluca (pasó de fase) y quedó con un pie afuera de la Copa. Ahora tiene que esperar que Gremio no le gane a la Liga para seguir con chances de clasificar a octavos.
No la pasó bien el Cuervo en la altura: en el primer tiempo no logró imponerse y sufrió demasiado. Uribe rompió el palo con una chilena y Cueva hizo sonar el poste con su media vuelta. A pesar de la presión y la tenencia de los mexicanos, fue Blandi el que abrió el marcador en el final de la primera mitad. Eso le dio aire para aguantar en la segunda parte. Pero de a poco el Toluca empezó a buscar y se fue metiendo en el campo de los de Guede. Buscó, intentó y llegó a revertir el marcador con el doblete de Uribe, letal ante Torrico.
¿Qué necesita ahora San Lorenzo? Pasando en limpio: San Lorenzo tiene que esperar que Gremio saque sólo dos puntos de los seis que le quedan en juego y, después, vencer en la última fecha a la Liga.
El Globo sube y sueña
Huracán fue mucho más que Peñarol y sobre la hora le anularon un gol al Rolfi. Luego, el referí invalidó un gol de cabeza del arquero uruguayo. Fue un final dramático.
Huracán mereció ganar. Sin dudas. Por algo, Guruceaga, el arquero de Peñarol, fue claramente la figura del partido, por los remates que les paró a Mancinelli, Abila, Montenegro, Bogado, Miralles y siguen las firmas. Fue ampliamente dominador durante buena parte del segundo tiempo. Y estuvo a punto de ganarlo porque al Rolfi le anularon un gol por un offside fino que sí existió, porque Wanchope Abila estaba en la línea del trayecto de la pelota.
Luego, al instante, la tremenda polémica estalló por el gol anulado a Guruceaga. Porque el pelado quiso hacer la gran Chiquito Bossio y fue a buscar la victoria del Carbonero. Cabeceó y fue adentro. Mientras festejaba, el juez Omar Ponce anulaba su conquista por carga a Marcos Díaz que todos los charrúas negaron. En realidad, no fue el arquero quien molestó a su colega del Globo, sino un delantero de Peñarol que también buscaba la pelota. Por eso, el referí ecuatoriano acertó en los dos fallos clave del partido, los que generaron que los futbolistas de ambos equipos se le tiraran encima.