Luego de conseguir la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores, Racing recibió a San Martín de San Juan con la intención de sumar sus primeros puntos en la zona 2 del campeonato doméstico. Con la presencia de Diego Milito, Gustavo Bou y Óscar Romero en el ataque, los de Facundo Sava salieron a lastimar al elenco cuyano, que había debutado con una victoria ante Newell’s.
La jerarquía del ataque académico, junto con los cambios de frente de Luciano Aued, amenazaba al arco defendido por Luis Ardente, pero los constantes errores de Néstor Pitana y Hernán Maidana fastidiaban a los hombres de celeste y blanco. Una infracción no sancionada sobre el Príncipe, fueras de juego inexistentes y la pasiva postura ante la agresividad sanjuanina fueron algunos fallos que expusieron a la terna arbitral.
Antes de que se vayan al descanso La Pantera capitalizó una falla del arquero para hacer delirar al Cilindro. El de Concordia se tomó su tiempo para desparramar al ex Tigre y festejar el 1 a 0. Fue su cuarta conquista consecutiva en partidos oficiales y el público local le agradeció el gol con una ensordecedora ovación.
En los primeros movimientos del complemento, el equipo de Pablo Lavallén salió con otra actitud y la calidad de Lucas Salas complicó a los defensores locales. De no ser por la polémica decisión del misionero, relacionada al tanto anulado por una supuesta infracción en ofensiva, el choque se hubiese emparejado con justicia.
Tuvo que ingresar Lisandro López para que Racing reaccione. Licha le cambió el aire al ataque y sus sociedades con Bou, Rodrigo De Paul y el paraguayo volvieron a exigir a Ardente. De todos modos, un remate de larga distancia de Daniel González silenció al Presidente Perón con el 1 a 1. La floja respuesta de Sebastián Saja colaboró con el grito de San Martín.
El golpe recibido hizo reaccionar a la «Academia». Un pelotazo de Sergio Vittor encontró a Romero y el ex Cerro Porteño dominó, encaró y buscó el ángulo más lejano del arquero: golazo. Con el 2 a 1 se revivió la fiesta de las tribunas, a pesar de las dudas que mostraba la defensa bonaerense.
Así, cuando parecía que el triunfo se iba a quedar en Avellaneda, la desinteligencia de Iván Pillud, la pasividad de Vismara y el desorden de Sánchez le permitieron a Salas llega hasta el fondo y habilitar a Javier Toledo para que le ponga cifras definitivas al espectáculo. Si bien el certamen recién comienza al Colorado se le van acabando las opciones, y el objetivo continental parece ser el único deseo de un entrenador que no supo cerrar el triunfo.
Fuente: Infobae.com