Nuevamente en una cancha de fútbol aparecieron ellos, los delincuentes de siempre, a los que poco les importa su club, los que obligan a que los dirigentes y allegados que colaboran con y por las instituciones, dejen de hacerlo y como en este caso, no les quede otra que bajarse del certamen cuando solo se habían jugado 25 minutos del mismo.
No podemos esperar a que lamentemos una vida, dicen por lo bajo colaboradores del cruzado, por miedo, el miedo que impone la barbarie y que desde los organismos oficiales no pueden manejar, menos la gente común, la gente de bien que no está acostumbrada a ir por la vida agrediendo permanentemente al otro.
Se terminó esta historia para Balloffet, por los lamentables hechos ocurridos el sábado ante Huracán, primero la agresión a los pocos hinchas del globo, que alguno respondió, luego la pelea entre los propios hinchas del local, con los policías y hasta agredieron a sus propios dirigentes.
Así el Sportivo Balloffet, les informó a sus jugadores la decisión de retirar el equipo de Primera y les dio vía libre a los que quieran ir a jugar a otro lado. Triste y repetido final, sin solución, por lo menos mientras el estado siga estando ausente y no tome las medidas para cortar de raíz esta problemática.