Desde los dos equipos se presentó el partido como una final, un mano a mano por quedar arriba en el ranking (Argentina largaba 8ª y Escocia, 9º), clave para el armado en las zonas del Mundial 2019. Pero, al mismo tiempo, ambos estaban en deuda tras sendas derrotas, aunque Los Pumas con un debe importante en el juego. Sin embargo, por el lado nacional, se arrancó como ante Gales: pocas ideas en ataque, pelota al rival y a defender. En los primeros diez minutos, los argentinos no pisaron las 22 locales porque el Cardo era el dueño del juego, terrestre y aéreo. Así aprovechó para marcar el primer penal. Argentina era el equipo error: penal de Creevy, tres pérdidas de Orlando, otra de Ortega Desio. El equipo no tenía ideas. Jugaba mal con las manos.
Pero sí tenía scrum y defensa. Y como la presión era efectiva, Escocia comenzó a perder la pelota y se equiparó la posesión. Un par de corridas de Landajo y otra de Orlando llevaron peligro a la meta local. En la de Orlando, casi se llega al try, pero Sánchez se quiso meter en el ingoal y la perdió. Supo a poco, porque habrían sido siete puntos valiosos (Laidlaw había sumado de nuevo). Sobre el final, la recuperó Creevy, se forzó un penal, y esta vez sí se pidió palos: Sánchez, en su test 50º, metió tres (3-6 el PT) e igualó a Gonzalo Quesada como tercer goleador histórico del seleccionado, con 486 tantos. Luego lo superaría con cinco más.
Los Pumas arrancaron mejor el ST. Con dominio y buenas combinaciones de Sánchez y Hernández para generar juego desde campo propio. Un preciso kick del Mago le cayó a Orlando en la izquierda para que el tucumano se deshiciera de Maitland y Hogg y apoyara un gran try. La propiedad de la pelota se cortó con un penal burdo de Tuculet en mitad de cancha. Escocia fue al line y generó la jugada del try de Maitland, luego de que Huw Jones se sacara de encima a Orlando. Era 13-13 a los 53′.
A partir de ese momento, cada metro valía oro. Cada equivocación era un pecado. Los Pumas consiguieron un penal y facturaron. Pero a la salida siguiente no la fue a buscar nadie y terminó en un line peligrosísimo para el Cardo. Pero la perdió en el lanzamiento. Argentina la recuperó, aunque entre Hernández y Orlando la perdieron en el contacto… Escocia, en cambio, la cuidó hasta que forzó el penal: 16-16 a los 67′. Punto a punto se jugaba.
Escocia tenía la pelota y Los Pumas defendían bien, así quedaba plateada la historia. Sánchez la recuperó en un pase rival, hubo kick de Tuclet, la fue a buscar Cordero, pero éste cometió un penal ingenuo y nuevamente Escocia la recuperó. Un nuevo ataque local, que parecía terminar mejor (56 a 43% ganaba en territorio), finalizó en un intento de drop de Russell, que se fue afuera.
Los últimos cinco minutos fueron del local. Argentina no podía mantener la pelota. Tras un line, la Selección cometió penal para frenar el maul y Laidlaw… ¡la mando al palo! Pero increíblemente, más despiertos, los escoceses la recuperaron otra vez bajo los palos. Se venían, intentaron otro drop de frente a la hache, pero ¡lo tapó Montoya! De la que se habían salvado los Pumas…
Quedaba un minuto, Argentina tenía un scrum, pero, como sucedió en los últimos cinco minutos, la perdió. La última fue de Escocia, era tiempo cumplido, y le cobraron penal a Leguizamón en el tackle. De frente a los palos, Laidlaw, ahora, la metió en el tercer minuto adicional. Castigo para Los Pumas que, si bien mejoraron con respecto al test con Gales, siguen en deuda en el juego. Y encima, cayeron en el ranking…
Fuente: Olé.com.ar