La Selección se puso a dos en el ST con una gran remontada, pero el campeon del mundo no perdonó al final.
Parecía que estaba lejos; despues, tan cerca que se olía una victoria épica de Los Pumas, hasta que los Springboks, con uno menos pero mucha autoridad y solidez, sellaron su triunfo en Independiente por 36-20 durante la 5a fecha del Rugby Championship. El sábado próximo, se vuelven a enfrentar, en Sudáfrica, por el cierre del torneo.
La platea Norte de Vélez se transformó en la Erico; la Sur, en la Bochini. Distintos nombres pero las misma pasión de la gente que llenó la cancha y hasta se bancó la exigencia de los trapitos, que pedían de 4.000 a 5.000 pesos por un lugar de libre estacionamiento en las cercanías del estadio que reemplazó al de Liniers porque el césped estaba demasiado dañado como para jugar un partido.
La efervescencia estaba a punto caramelo en las gargantas pidiendo permiso. Sin embargo, los Springboks, con su practicidad y dominio, cerraron las puertas a cualquier expresión popular de ilusión ya en un PT que terminó a favor a los de verde con un resultado dificil de remontar contra este tipo de equipos, 22-6.
El vigente campéon del mundo (Japón 2019), 3° del ranking que lidera Irlanda y tiene sextos a Los Pumas, hace simple lo más fácil, pero, vaya paradoja, quizá es lo que difícil de conseguir. No le pidan que armen jugadas de mil pases como Australia o de vértigo yendo hacia adelante com los All Blacks. Los de verde tienen esta fórmula: salida prolija al line con el pie desde su campo y luego presionar con defensa para tratar de recuperar la pelota o forzar infracciones rivales.
Después, ya en campo rival, van al line y tratan de marcar tries con el maul. O por decantación con el avance de los forwards, quienes no se cansan de chocar y llevar la pelota hacia adelante. Así llegaron el try penal, el de Hendrikse y el de Marx (line-maul). Los de verde pudieron cerrar con otro pero, si bien De Jagger apoyó, Mostert había cometido knock on que se confirmó tras el videoref.
Los Pumas anotaron solo con dos penales de Boffelli, offsides innecesarios de Mostert y Etzebeth. hubo una chance para anotar, pero dos veces Montoya arrojó mal la pelota del line y se desperdició.
El dominio sudafricano, además, se plasmó en los números, con un 66 a 34% de posesión y 5-12 en penales, la mayoría de la Selección, que provocó las amarillas (son 10′ afuera) a Carreras y Bertranou, con lo que, para peor, Argentina arrancaba el ST con 14 por falta del medio scrum.
No pareció que el seleccionado jugara con uno menos, o fue las ganas con la que entró en los últimos 40′. Hubo casi 10 minutos de desorden, de pelota que iba y venía, pasaje en el que Los Pumas se sintieron más cómodos porque Sudáfrica se iba -obligado- de su eje. Aunque los argentinos no estaban finos, por lo cual tampoco podían llegar al ingoal rival, sobre todo por culpa de la defensa visitante.
Sobre la mitad de la etapa ya la posesión se había equilibrado porque Los Pumas -muy bien el scrum- tenían la pelota y eran ellos los que generan infracciones, y por eso se iba amonestado Le Roux. Con 15 vs. 14, la más clarita no se concretó por una mala combinación entre Matera y Orlando. Luego Lavanini perdió la pelota cuando se la había pasado Moroni…
Sin embargo el seleccionado seguía yendo hacia adelante, y fruto de esa vocación llegó el try penal otorgado porque Smith ahorcó a Cubelli cuando éste se iba al try. Mejor para Los Pumas, el 20 se iba con amarilla y quedaban 15 vs. 13.
La circunstancia se provechó inmediatamente porque ahora era Moroni el que se mandaba una corrida tras un pase al límite de Kremer que eludió el videoref; la conversión de Boffelli dejó el 20-22 y ahora sí la gente estalló con el «Pumas, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo». Las 4 luquitas del trapito ya no importaban tanto…
Lástima que Sudáfrica absorbió de maravilla el golpe y, ya con 14, armó un ataque tras una pesca que derivó en try de De Allende a los 75′, con lo cual Los Pumas necesitaban al menos anotar dos veces porque quedaban 20-29. El problema es que no tenían mucho tiempo para hacerlo. peor, Marx cerró el tanteador con su try sobre la bandera izquierda.
Fuente: Olé