Un miserable 28% de efectividad en los clásicos es una carga pesada para cualquier entrenador. Ni hablar para este Arruabarrena a quien en los partidos grandes las costuras de los errores se le notan como la pelada a Bianchi. El planteo equivocado del DT le costó un tiempo y quizá el partido. Cuando entró Chávez fue antes la confesión de un error (del cual hay antecedentes) que un buen cambio. Tevez necesita jugar con alguien adelante, aunque erre los goles que erra Chávez. Eso es mucho mejor que el insólito desgaste de un Apache que tira el centro y va a cabecear. A propósito: alguna vez Carlitos tendrá que descansar porque se va a terminar rompiendo. Anoche jugó 90 minutos, se desgastó y Boca perdió igual. Y a la legua se nota que, este plantel cargado de estrellas, en la cancha es Tevez y muy poco más.