En una charla a fondo, Gonzalo Antolin, nos cuenta cómo fue su debut en el Turismo Nacional, las sensaciones de ser el mejor debutante en la categoría, sus primeros pasos con su hermano y la coincidencia de su primer campeonato con la final en Madrid.
¿Cómo fue el debut?
“Fue soñado. Nos encontramos con muchas cosas nuevas desde que llegamos. Lo que más nos marcó la diferencia fue el auto, el reglamento y esa ansiedad de no saber cómo nos íbamos a adaptar. El viernes cuando arrancó el entrenamiento oficial superamos nuestras expectativas; tal es así que el viernes estuvimos primeros unos 6, 7 minutos. Era algo sorprendente para nosotros. Vernos arriba de 41 autos en una categoría nacional tan importante como el TN (Turismo Nacional) y debutando era increíble. El viernes nos faltaron unos kilos en el auto y perdimos el tercer lugar que habíamos quedado; de ahí en más mirar para adelante; el sábado hicimos una buena clasificación también y el domingo una gran final en la que no podemos pedir más en nuestro debut”.
¿Con qué sorpresas te encontraste en la categoría?
“Me sorprendió mucho que este auto tiene caja sexta, mientras que el otro tiene caja quinta, este es secuencial, el otro en h como un auto de calle. Me sorprendió la cantidad de cambios que ponemos; todo el tiempo estas poniendo cambios y rebajando. Son muy cortos y ese fue el principal cambio para mí. Después nos encontramos con un circuito con mucha tierra y eso por ahí no es normal, dificultaba mucho el andar. Por momentos encontraba la pista limpia y por momentos muy sucia; y uno que intenta ir al límite, andar rápido y no regalar nada costaba mucho”
¿Qué te generó saber que fuiste el mejor debutante?
“Uno no se pone a compararse con los debutantes, sino con los 41 rivales que habían. Me enteré a los cuatro días cuando vi la publicación y es un orgullo enorme, porque superamos nuestras expectativas. Quizás sabíamos que teníamos la posibilidad de andar bien porque tenemos un auto que el año pasado ganó tres carreras y en lo personal me sentía capacitado y dando el salto en el momento justo. Después de estar tres años corriendo en el Turismo Pista habíamos adquirido mucha experiencia, pero no sabíamos con certeza cómo íbamos a funcionar”.
¿El auto respondió como esperabas?
“El que buscamos había ganado en tres ocasiones, peleó el campeonato hasta la última carrera y salió subcampeón. Después obviamente, era otro piloto, no manejan de la misma forma y hay distintos estilos de manejo; podía pasar que no me adapte a cómo se maneja el auto y no funcionar bien. Estaba esa incógnita, pero el auto increíble, se portó re bien, no tuvimos ningún problema durante el fin de semana ni falla ni rotura, que es algo que en el automovilismo es algo natural”.
El auto está en Buenos Aires, ¿lo extrañas en la semana?
“Confío plenamente en que los trabajos entre carrera y carrera se realizan a la perfección. Hoy estamos, para mí, en el mejor equipo de TN, atendidos por los dos mejores preparadores: Gabriel Rodríguez y Esteba Pou; hombres de Buenos Aires con gran experiencia en la categoría. Después, nosotros llegamos el jueves y no tomamos decisiones solos, siempre es de la mano con ellos; pero hacemos el mantenimiento y estamos acostumbrados porque siempre lo hemos hecho en nuestros autos. Mi papá y mi hermano estuvieron en la atención del auto del jueves al domingo que nos volvimos”.
¿Cómo fue lo del pesaje?
“El auto tiene un peso mínimo con piloto, hicimos dos pesajes; en uno faltaron 5 kg y en otro 3 kg. La realidad es que hacen una pre técnica que revisan butacas, los cinturones, los matafuegos y todo lo de seguridad a las 8 de la mañana más o menos, el viernes. Como era un autódromo nuevo todavía no habían conectado la balanza, entonces cuando fuimos a hacerla no pudimos hacer el pre pesaje. Quizá desde la inocencia, de no creer que íbamos a estar tan adelante, a la hora de salir a clasificar charlamos con el hombre que nos hace el auto y según las balanzas del taller el auto tenía que estar 15 kg arriba, esos kilos faltantes no hacían al funcionamiento del auto, le echamos 10 kg de más y siguió funcionando exactamente igual, pero lamentablemente perdimos el tercer lugar del viernes que había sido excelente”.
¿En qué puesto arrancaste?
“13°, el sábado clasifiqué 12°; largué la serie 4° -muy mal-, llegué a doblar la uno, 10°. Me pasaron 6 autos. Me pude recuperar hasta el quinto lugar. En la final largué 13°. Al principio arrancamos un poco conservador. Son muy ásperos todos y no se justificaba en la primera vuelta por intentar pasar a alguien, quedar afuera. Intentamos ir zafando de los accidentes y solo íbamos pasando autos que se iban chocando o iban despistándose. La verdad que el auto se mantuvo muy bien en el funcionamiento y el ritmo. Yo sabía que lo que teníamos era para estar bien adelante y lo primero que tenía que hacer era largar bien el domingo, porque si largaba como lo hice el sábado, me iba a ir muy mal. Practicamos eso, miramos muchas cámaras el sábado a la tarde de otros pilotos y cómo habían largado y pude mejorarlo”.
¿Cómo es el roce en esta categoría?
“Si sancionaban como me sancionaron a mí, había que echarlos a todos. No se entiende cómo esta fiscalizado por las mismas personas, porque aplican un concepto conmigo un día y al otro día es una libertad extrema y excesiva. Yo estaba preparado para eso. En mi categoría me sancionaron por eso; en realidad, normalmente no se sanciona por esas maniobras. Yo venía acostumbrado a tener fines de semana así, si bien acá son más ásperos, pero en ese sentido estamos preparados y se pudo demostrar”.
¿Dijeron algo después de la sanción desde la Organización?
“No pude hablar con nadie, después de la sanción fue un tema cerrado, en lo personal, no quería seguir corriendo en la categoría porque llevaba tres años, había logrado tres campeonatos, uno que después me lo sacaron. Para mí no había mucho más para hacer ahí y más después de lo que me pasó, era un ciclo cerrado. Después tuve dos caminos: intentar hacer TN o recibirme de ingeniero y no correr más. Gracias a Dios estoy haciendo Turismo Nacional. No hay que quedarse con el pasado”.
¿Eso motivó el salto de categoría?
“Si, ese fue el momento en que nos hizo un clic. Yo prefería verlo desde abajo antes que intentar seguir en una categoría donde no teníamos mucho más para hacer. Si bien uno intenta seguir, porque me encanta correr en auto, es lo que amo; a mí y a mi familia. Podríamos estar re cómodos en un lugar donde te tratan re bien, pero después de lo que pasó no tenía sentido”.
¿Qué aprendiste de tu hermano?
“El me enseñó todo desde que empecé a correr. Como piloto pude compartir dos años, para mí los mejores. Podría correr en la Formula 1, pero no se compara a correr con mi hermano, por una cuestión de compañerismo, de sentirte protegido. Aprendí un montón de cosas y las sigo aprendiendo. Si bien no está corriendo, pero hacemos todo en conjunto, los 4: mi papá, mi mamá, mi hermano y yo. Yo empecé a correr a nivel nacional en un momento mucho mejor que él; heredé muchas cosas que estaban mejoradas, como por ejemplo el auto en el que corrí tres años (el Corsa), lo empezó a correr él en 2014 y tuvo que bancarse ir cuando, por ahí no teníamos la plata para ir y poner menos gomas. Yo agarré un misil”.
¿Cómo es tu cuidado personal?
“Ahora no tuve tiempo de hacer una preparación física, porque todo el tiempo que tuvimos lo abocamos a juntar la plata para ir. Hasta el lunes previo a la carrera no sabía si corría. El año pasado (2019) y el anterior (2018) hice una preparación física muy buena que después mantuve. Trabajé con un amigo que me hace una serie de rutinas, noté mejoras físicas, como también en algunas reacciones y situaciones en el auto, que en el momento me di cuenta que las habíamos entrenado abajo”.
¿Entrenas a diario en autos?
“Los autos de carrera son muy costosos. Para entrenar sería bueno tener un karting y un kartodromo, algo que acá no tenemos. Sería lindo poder tenerlo porque sirve mucho como entrenamiento”.
¿Qué te trae a memoria el 9 de diciembre?
“Estaba chocho ese día. No me gustan los tatuajes, pero si tuviera que hacerme uno sería esa fecha. Ese día logré mi primer campeonato en el Turismo Pista, en Paraná. Nos vinimos y paramos en una estación de servicio a ver el partido, casi todo el equipo hincha de River. Yo había salido campeón, nos volvimos locos. Fue el mejor día de mi vida”.