Los «Rengos» como cariñosamente ellos mismo se llaman, tuvieron un gran torneo en San Juan, en uno de los estadios más bonitos del país, hasta allá fueron nuestros guerreros y a pesar de tener la tropa diezmada, solo fueron cinco jugadores, se trajeron tres victorias, en la misma cantidad de presentaciones y esperan confiados la segunda parte en casa. Para festejar, una gran asado en casa de uno de sus referentes y fundador Omar Gamboa, hasta allá nos fuimos y compartimos la intimidad de los integrantes y técnico del plantel.
Espectacular asado realizado por Cesar Gamboa, aunque llegó el kinesiólogo Javier Alfonso y terminó la gran obra iniciada por el dueño de casa, por supuesto todo bien regado, desde que prendieron el fósforo para comenzar el fuego.
Hablamos con cada uno de estos guerreros, conocé a nuestros queridos «rengos», un poco más.
Alejandro Cañada (62 años, jubilado y sigue trabajando, en un estudio contable, y además es propietario de un taxi, divorciado, tres hijos, una vida normal, salvo por lo que le impide hacer la falta de una pierna)
«Es una satisfacción enorme luego de un gran esfuerzo, solo pudimos viajar cinco jugadores y el cuerpo técnico, jugamos tres partidos en un día y medio pudiendo ganar los tres, el balance es más que positivo. Comenzar el año con este resultado es un envió anímico aparte de lo deportivo, para lo que queda».
Junto a Julio Anachuri y Cesar Gamboa, son los fundadores del equipo de DiMot, y justamente jugaron su primer partido, en el mismo estadio Cantoni, ahora reformado. «Hace más de 30 años jugamos el primer torneo oficial, fue como volver al primer amor, fue muy emocionante, cuando llegamos subí a la cancha, saqué algunas fotos y me emocioné».
«DiMot es una parte esencial de mi vida, es como mi cuarto hijo, yo tengo tres y este es mi cuarto. Es un hijo compartido con amigos y me ha dado enorme satisfacciones en lo deportivo pero fundamentalmente en lo espiritual, en lo que hace al crecimiento humano. Sin dudarlo es una escuela de vida»
Como mensaje para los que tienen alguna dificultad física y no se animan, esto decía Alejandro: «Tienen que animarse, cuando nosotros empezamos, no teníamos ni sillas, entrenábamos los pases sentados en una silla común, hoy contamos con sillas de última generación, nos sobran sillas y nos faltan jugadores, al que esté en duda, que se anime y venga, le va a cambiar la vida. Convoco a los chicos o a gente grande, hombres o mujeres, que se sume a los rengos como nos decimos nosotros, entrenamos lunes, miércoles y viernes en la escuela Normal desde las 21».
Cesar Gamboa (Casado, dos hijos, dueño de casa y figura determinante en el triunfo que DiMot se trajo de San Juan, dueño del Quiosco del Km 0)
«Fue una enorme felicidad, pensé que no iba a volver a jugar, hacía tres años que no jugaba y la verdad que este grupo te hace volver a vivir. Fuimos fundadores con Alejandro, es una idea nuestra, había muchos «rengos» en San Rafael, igual que ahora, es una lástima que no se sumen chicos nuevos». «Hay para hacer 6 equipos en nuestro departamento, cuando empezamos hacíamos atletismo y practicábamos en una silla común».
También para Cesar fue especial volver al estadio de San Juan «No te puedo explicar lo que fue, la primera vez hace 30 años jugamos ahí el primer partido oficial, ganamos 12 a 11, éramos unas larvas, flaquitos nos sobraba silla por todos lados».
Emocionado al borde de las lágrimas, nos contó, los que es DiMot en su vida: «Es todo, ellos (compañeros) son mi familia, esto lo hice (Quincho en el que comimos el asado) mi señora es testigo, para disfrutarlo con los rengos. Soy un agradecido a la vida, lo logre todo, familia, amigos a montones, no puedo pedir más nada, te repito soy un agradecido a la vida».
Joaquín Llandete (Maestro de Educación Primaria, da clases particulares y se dedica sobre todo al básquet, una pasión y trata de ayudar a la gente como lo ayudaron a él)
«Hace 18 años que estoy en DiMot, después de mi accidente, fue la institución que me trajo de vuelta a vivir, de sentir que también pertenezco a esta sociedad, pertenecer a un grupo, en un primer momento creía que no podía hacer nunca más nada y un amigo, Roberto Farre me trajo a DiMot y así empecé a participar».
«El compañerismo es total, más que un grupo de básquet es un grupo de amigos, que se junta a hacer básquet. Somos grandes ya por eso invitamos a la gente joven que se sume, por mi experiencia les digo que se sumen, que hagan cualquier deporte, el que les guste, que participen, se van a dar cuenta que podemos superar nuestros obstáculos, todo se puede mientras se ponga voluntad. Hoy soy el presidente de la Institución, los invito que se sumen, somos discapacitados, pero podemos hacer muchas cosas.»
Con respecto a las necesidades sostuvo: «Necesitamos jugadores, y un lugar fijo, algo propio para entrenar y que cualquiera pueda ocuparlo en todo momento». «DiMot fue la solución a todos mis problemas, me divorcié y la institución me trajo de vuelta a la vida, me demostró que si se puede, podemos seguir con una discapacidad sin problemas y hacer cosas distintas».
Roberto Tobares (Estudia y trabaja por su cuenta, hace de todo según sus compañeros, uno de los más jóvenes del grupo, figura del equipo, hace 12 años que integra DiMot)
«Cesar me vio un día en el ex Banco Mendoza y me invitó a sumarme, me gustó, le puse ganas y acá estamos».
Con respecto al torneo ganado, esto decía: «Le pusieron un gran corazón por eso ganamos el torneo. «Para mi DiMot es todo, amigos de verdad, somos una gran familia. Venir a entrenar es una descarga y los viajes son una diversión, charlas, mates alegría, la pasamos muy bien».
Sergio Omar Pavés (jubilado pero sigue trabajando, tiene una bicicletita en la Isla, en callejón Los Molles 490, y le mete mano a todo, moto, televisor, radio, lavarropa, burros, dínamos, un abanico importante para el que necesite sus servicios).
Hace 23 años que forma parte de esta familia, es de la segunda camada. «Para mi DiMot es una familia, un grupo que me hace sentir muy bien, somos felices en el grupo, nos divertimos y la pasamos bien. Todos tenemos nuestros problemas pero cuando nos juntamos nos olvidamos de todo».
«Tengo a mi esposa que la amo, mis hijos que los adoro y este grupo maravilloso. Tratamos de mejorar día a día y nos apoyamos entre nosotros».
Como todos, también invitó a quienes tengan algún problema: «no lo duden vengan a sumarse que nos protegemos unos a otros, somos todos iguales en la vida, pero en este grupo tenemos nuestros problemas y nos entendemos».
No podía faltar el actual entrenador Walter Abaurre, Director Técnico, jugador y hoy conduce nuevamente al equipo.
«Para definir lo que es DiMot en mi vida, te diría que es algo que me da mucha felicidad, estoy haciendo lo que me gusta que es dirigir y a un equipo que conozco, hace 19 años estoy con ellos».
«Cuando me recibí mi papá era el técnico, ya estaba grande y me invitaron a un viaje a Rosario y me ofrecieron la posibilidad en el año 2000 y arrancamos».
Deja claro su pasión por DiMot «En la vida tengo momentos muy importantes como todos, obviamente el nacimiento de mis tres hijos y el haberme incorporado a este grupo. Me cambiaron los parámetros de la vida, cuando me incorporé hace 18 años a los rengos, empecé a ver las pequeñas cosas que otra gente no disfruta, por ejemplo lo que puede significar el caminar, el movilizarme sin problemas. Estas personas te enseñan en cada momento cosas tan importantes como las que me enseñaron mis viejos en casa».
Para el final, les dejó un mensaje «Simplemente gracias, soy un eterno agradecido, saben que conmigo van a contar siempre en el lugar que sea, soy el principal hincha de ellos.»
Un placer haber compartido con gente que te llena el alma, desde los colaboradores, a quienes no vamos a nombrar para no olvidar a ninguno, que hacen un trabajo enorme como sus corazones, amigos, familia y los propios integrantes de DiMot, un gracias gigante como el espíritu de estos guerreros.