En Yokohama, Cristiano Ronaldo sacó su chapa de Balón de Oro cuando Real Madrid más lo necesitaba ante los duros japoneses del Kashima Antlers y le dio a los Merengues, en tiempo suplementario, el 5° título mundial de su historia.
Cuando pensás que todo está perdido, que en Catalunya se les iban a mofar por haber perdido una final contra un equipo japonés, el tipo aparece. O, a decir verdad, el Balón de Oro aparece. Cristiano Ronaldo lo volvió a hacer. Sin tener un partido demasiado lucido hasta su primer grito en la noche de Yokohama, acabó siendo decisivo para que Real Madrid siga siendo Real Madrid. Y un poco más también…
El Merengue ganó este domingo el Mundial FIFA de Clubes de Japón 2016 tras una agónica victoria por 4-2 que requirió de un triplete de CR7 ante un conmovedor Kashima Antlers que forzó el tiempo suplementario y pudo llevarse incluso el partido. Aunque los nipones comenzaron bien plantados y con las líneas muy juntas, el gol llegó con el primer tiro al arco del Madrid, cuando los relojes apenas marcaban ocho minutos y seis segundos. Modric controló un rechazo en el área grande y su disparo lo desvió Sogahata a los pies de un Benzema que solo tuvo que empujar a la red. El tanto no amilanó al Kashima, que alentado por su incansable hinchada, reforzó la presión.
Eso permitió a los blancos tener más parcelas libres en las transiciones, con lo que los japoneses vivieron situaciones de peligro, sobre todo cada vez que Modric o Cristiano eran partícipes. Pero los Ciervos se le plantaron mano a mano al Madrid y al filo del descanso Doi mandó una pelota al área que recogió Shibasaki para cruzar con mucha sangre fría ante Keylor Navas.
La sorpresa no terminó ahí, ya que con el segundo tramo recién arrancado el mismo Shibasaki volvió a encontrar otro balón al borde del área y logró hacerse hueco para pegarle con la zurda y batir a un Keylor que la tuvo que sacar de adentro… El Madrid apretó entonces los dientes y encontró pronto recompensa cuando el árbitro oriundo de Zambio vio un penal de Shuto sobre Lucas Vázquez que transformó Cristiano con potencia, raso y a la derecha del arquero japonés. Al Madrid se le paró el corazón de nuevo cuando el juez se llevó la mano al bolsillo tras ver una fea falta de Ramos. Sin embargo, Sikazwe le perdonó finalmente la segunda amarilla al capitán blanco. A continuación Endo tuvo en sus pies el Mundial de Clubes cuando, sobre la hora, se encontró un balón en el área chica, pero su disparo se marchó arriba y así se llegó a la prórroga.
En el tiempo extra, Cristiano acabó con el sueño del Kashima tras cruzar ante el arquero el enésimo envío en profundidad de Benzema. Ni aun así aflojaron los japoneses, que mandaron un cabezazo al travesaño por intermedio de Suzuki poco antes de que CR7 los devolviera de nuevo a la realidad anotando el cuarto tras fusilar desde cerca a Sogahata. Cristiano nunca te deja a gamba. Por esos los premios. Aquí y allá. Japón de oro.
Fuente: olé,com.ar